Junto con género e interculturalidad, la sustentabilidad será parte de los ejes transversales que regirán los nuevos planes de estudio de la IBERO
La sustentabilidad forma parte de los tres ejes transversales que regirán a los nuevos planes de estudio de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, por lo que estará presente en el currículo de 30 licenciaturas e ingenierías a partir del semestre Otoño 2021.
Esto favorecerá el desarrollo de competencias en el estudiantado para comprender la realidad desde una perspectiva crítica y compleja, tomar decisiones y resolver problemas a partir de los principios y valores de la sustentabilidad; así como comprometerse en procesos de transformación socioambiental.
En entrevista, la Mtra. Dulce María Ramos, coordinadora del Programa Universitario para la Sustentabilidad de la IBERO, habló de la urgencia de transformar la educación superior y orientarla hacia la sustentabilidad, ya que estamos viviendo una crisis sistémica y global de múltiples dimensiones respecto a la relación de la sociedad con la naturaleza; lo que nos está llevando a enfrentar cambios irreversibles, como el climático o la sexta extinción masiva de especies, la escasez de agua e innumerables problemas que se suman a la lista.
“Esto reclama de las instituciones de educación superior atender esto y atender la manera en la que estamos formando a las futuras generaciones, porque les va a tocar vivir un mundo distinto: con escasez de recursos naturales y con problemas sociales. No podemos pensar en seguir formando a las generaciones como lo habíamos hecho antes, es necesario transformar la educación superior para formar este perfil profesional que sea capaz de enfrentar los desafíos con una actitud de transformación, para una sociedad más justa y ambientalmente sustentable”.
Por su parte, la Mtra. Claudia Celis Toussaint, académica de la Dirección de Desarrollo y Acompañamiento e Innovación Educativa (DiDAIE) de la IBERO, destacó que a través de cinco competencias es como se va a incorporar la sustentabilidad en algunas asignaturas:
- Pensamiento crítico.
- Pensamiento prospectivo.
- Pensamiento sistémico.
- Compromiso ético.
- Trabajo colaborativo.
En ese sentido, comentó que el equipo de sustentabilidad fue pionero en definir los tres tipos de aporte que tendrán los ejes transversales (sustentabilidad, género, interculturalidad) en las materias:
- Sustantivo: desde el nombre lleva integrado el tema de la sustentabilidad.
- Parcial: la asignatura contribuye al desarrollo de la competencia, aun cuando no explicite su relación con la crisis socioambiental y/o la sustentabilidad.
- Aporte potencial: la materia no tiene relación explícita con la crisis civilizatoria o con la sustentabilidad, sin embargo, puede recurrirse a un tópico asociado a éstas para desarrollar una habilidad o un proceso, y para facilitar el aprendizaje.
A su vez, la Mtra. Claudia Escobar, asistente del Programa Universitario para la Sustentabilidad de la IBERO, dijo que es necesario recurrir a prácticas pedagógicas que permitan el aprendizaje desde la experiencia y faciliten el contacto con la realidad, pues se trata de una transformación profunda que también alcanza a la docencia y a los procesos al interior de la Universidad.
“No sólo se trata de que el estudiantado consiga un empleo del futuro, sino que ayuden a caminar hacia otro futuro, a imaginar otras formas de ser y de estar en el mundo. Son transformaciones profundas que requieren la articulación de diferentes áreas de la Universidad para caminar juntas y juntos”, dijo.
Por su parte, la Dra. Cimenna Chao Rebolledo, coordinadora de la Especialidad en Educación Socioemocional, destacó este ejercicio que hace la IBERO, en su acción formativa y pedagógica, y no sólo formar profesionistas en campos disciplinarios específicos, sino con una mentalidad sobre fenómenos asociados a la crisis socioambiental, así como la formación y capacitación en nuevas formas de pensar, pues se está en un punto de inflexión. De no hacer nada, afirmó, la situación será más catastrófica.
En ese sentido, añadió que las y los jóvenes tienen conocimiento al respecto, porque la voz del cambio climático la tienen ellas y ellos. Las generaciones anteriores siguen en un modelo mental y remedial, es decir, sólo buscan soluciones paliativas.
La académica dijo que las y los jóvenes tienen claro el problema y el papel del cuerpo docente es estar abiertos a esa visión, procurar que expresen posibles soluciones y guiarlos desde la experiencia académica.
La voz del estudiantado
Respecto a los nuevos planes de estudio, en los que la sustentabilidad será fundamental, la estudiante de Ingeniería Química, Inés Castro, señaló que para las empresas, la industria y las universidades ya no es una opción adoptar la sustentabilidad como tema transversal, sino como base y fundamento.
“Alumnos y alumnas cada vez demandamos esta visión actualizada del mundo. Quien quiera mantenerse en este mundo tiene que hacer este tipo de cambios que inician desde la reestructura de las organizaciones porque lo vertical no ayuda en la lluvia de ideas”, dijo.
Para la estudiante de Ingeniería de Alimentos, María Fernanda Gallardo, la educación es intermediaria entre la información y su aplicación, cuyo fin es generar un cambio, y en el caso de la sustentabilidad, vital para lograr la transformación que se necesita.
María Jacques, alumna de Ingeniería Química, expresó su orgullo por ser parte de la IBERO, universidad pionera en estos temas porque sabe lo fundamental que es incorporarlos a los planes de estudio. “La sustentabilidad nos involucra a todas y todos, y nos debería importar porque nos va a impactar de igual manera”.
La presidenta de Cambio IBERO comentó que las nuevas generaciones están exigiendo este paso ‘hacia lo verde’, así como en temas de género e interculturalidad. “La pandemia dio un giro en la forma de dar clases. Es el momento perfecto para replantear la forma en la que estamos educando y cómo queremos que las nuevas generaciones trabajen y piensen”.
Adalberto Acuña, estudiante de Ingeniería Química y presidente del Congreso Internacional de Sustentabilidad (CIS), destacó el hecho de que la IBERO esté cambiando su pensamiento y forma de trabajar. «Estamos viviendo un cambio que necesitamos que siga y la IBERO es un ejemplo de que esto ya es una realidad. Hemos logrado algo, pero aún falta mucho por hacer”, añadió.
La estudiante de Ingeniería Biomédica, Areli Ragner, recordó que la IBERO siempre ha estado a la vanguardia y lo seguirá estando con estos nuevos planes de estudio, pues no sólo formará a profesionistas humanos y de excelencia, sino que serán personas preocupadas por la sustentabilidad, que sabrán responder a las necesidades sociales y ambientales, desarrollar nuevas estrategias, servicios y cambios, así como utilizar los recursos y estar en armonía con su carrera y con el entorno.
“Me enorgullece que no le hayamos copiado a nadie, que hayamos visto el problema y que hayamos decidamos atenderlo”, dijo.