*Un nuevo estudio afirma que hay un periodo similar a los años 1848, 1917 y 1968
Por Raúl Torres Salmerón
No cabe la menor duda de que el mundo está en un proceso de cambio. ¿Existe hoy día una época histórica de protestas?
La respuesta afirmativa la tiene un nuevo estudio recién publicado donde se analizaron las manifestaciones entre los años 2006 y 2020 y al final se encontró que el número de movimientos de protesta en todo el mundo se había triplicado en menos de 15 años.
Cada región del mundo experimentó un aumento, según el diario The Washington Post y se registraron movimientos de protesta muy grandes y jamás registrados.
Se incluyen las protestas de los agricultores que comenzaron en 2020 en India, las marchas contra el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro en 2019 y actualmente las protestas del llamado Black Lives Matter, Las Vidas Negras Importan, desde 2013 en EU.
El estudio Protestas en el Mundo: Estudio de los Problemas Clave en el Siglo XXI, fue elaborado por un equipo de investigadores del grupo alemán Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) y la Iniciativa para el Diálogo de Políticas IDP), una organización con sede en Columbia, EU.
Se analizaron más de 900 movimientos o episodios de protesta en 101 países y territorios, donde los autores llegaron a las siguientes conclusiones:
-Estamos viviendo un período de la historia similar a los años de 1848, 1917 o 1968. En esos años, un gran número de personas se rebelaron y exigieron un cambio.
-La causa principal es el fracaso democrático, ya que la mayoría de las protestas registradas, un 54 por ciento, fue provocado por fallas percibidas de los sistemas políticos.
-El 28 por ciento incluyó demandas para tener una democracia real. Otros temas exigidos fueron la desigualdad, la corrupción y la falta de acción sobre el cambio climático.
-Los legisladores no responden de manera adecuada. Demasiados líderes gubernamentales y empresariales no están escuchando.
-La gente protesta porque desea buenos empleos, un planeta limpio para las generaciones futuras y una voz significativa en las decisiones que afectan su calidad de vida.
Sara Burke, experta principal en política económica global de la FES y autora del estudio, señaló que las protestas significan cosas diferentes para las personas.
Ejemplificó las grandes protestas como la insurrección de Estados Unidos del 6 de enero avivada por teorías de conspiración sobre la representación democrática; el cambio climático; el costo que preocupa a líderes europeos por alejarse de los combustibles fósiles y los famosos Chalecos Amarillos en Francia.
El equipo investigador estuvo integrado por Isabel Ortiz, Mohamed Berrada y Hernán Sáenz Cortés. Fueron más de mil horas de trabajo en bases de datos globales, en Google y medios de comunicación donde analizaron noticias y artículos de fondo en 7 idiomas.
LAS TENDENCIAS FUERON CLARAS
Sara Burke afirma que las tendencias fueron muy claras:
-En 2006 registraron 73 movimientos de protesta. En 2020, hubo 251, más que en la crisis financiera de 2008 o las revueltas de la Primavera Árabe de 2011.
-Europa y Asia Central experimentaron el mayor aumento de protestas. Hubo más en los países de altos ingresos, pero se observó un aumento en todas las regiones y niveles de ingresos.
-Los números son impresionantes. En un en solo año se registraron 2 mil 809. El número de protestas de Black Lives Matter fue de 12 mil en 2020.
-Otro tema, además de la democracia y la representación política, es el aumento de la desigualdad que ocupa el 53 por ciento. Aparecen de manera constante temas como la corrupción, las condiciones laborales y la reforma de los servicios públicos. La democracia real es la más demandada. -Hubo un aumento significativo en las demandas de justicia racial o étnica.
Finalmente, concluyen que la mayoría de las protestas no son violentas como la insurrección del Capitolio al final del mandato de Donald Trump, pero el estudio encontró un aumento lento y constante de la violencia entre 2006 y 2020, donde hubo violencia colectiva, vandalismo y saqueos. En la mitad de las protestas hubo informes de detenciones y violencia por parte de la policía.
En fin, como escribió Ricardo Palma (Perú, 1833-1919), en su poema a Florencio Escardó:
Hombres y siglos rómpense la crisma
del tiempo raudo en el eterno abismo.
Y el hombre… ¡siempre el mismo!
La humanidad… ¡la misma!
¿Somos mejores hoy ¡viven los cielos!
que nuestros bisabuelos?
¿Más virtudes hay hoy sobre la tierra?
¿El mal y el bien no siguen siempre en guerra?
¿No existen hoy, como en lejanos días,
muchas, muchas sociales picardías?
¡Y a estos llamamos tiempos de ventura!
¡Y a este llamamos siglo de las luces!
raultorress@hotmail.com