Sheinbaum y el factor Puebla

 

La Consentida de Palacio Nacional, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, no se confía con ser la favorita en los afectos del presidente Andrés Manuel López Obrador y, desde finales de mayo, puso en marcha diversas acciones para fortalecer su aspiración a suceder al tabasqueño en las cinco entidades con mayor número de votantes en el país: Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Veracruz y Puebla. La que podría denominarse Operación Carambola, con impacto en cinco bandas, está en ruta, es eficiente y es intensa.

Y es que en cada uno de estos estados, hay ya operadores muy cercanos a ella y con mucha autoridad para las definiciones, que se reúnen con los líderes políticos, principalmente morenistas.

Como parte de esta Operación Carambola, el 24 de mayo, un grupo de unos 200 simpatizantes de Morena en Jalisco -donde gobierna Movimiento Ciudadano- anunciaron oficialmente la creación de un grupo de apoyo para Claudia.

En el Estado de México ha ocurrido lo mismo, en la capital Toluca como en la zona conurbada con la capital, en donde hay una gran concentración demográfica.

La estrategia incluyó un video viral, grabado el pasado 28 de julio en el municipio de Nezahualcóyotl, en donde un hombre se le acerca para felicitarla por la “gran transformación” en la Ciudad de México.

De igual forma, la jefa de Gobierno se reunió con el gobernador de Veracruz, para darle seguimiento a un “convenio de digitalización”. Todo ha sido ampliamente difundido en medios de comunicación, por equipos que ex profeso se crearon.

Claudia Sheinbaum es la “corcholata” presidencial, sin duda, con mejor desempeño proselitista.

En Puebla, la operación está formalmente en marcha desde el pasado 10 de julio, cuando su recién nombrada secretaria particular, la ex tres veces diputada (local, federal y constituyente) Esthela Damián Peralta, se reunió con un centenar de líderes morenistas poblanos.

La también ex aspirante a gobernar la entonces delegación Venustiano Carranza fue directamente sacada de la dirección del DIF de la Ciudad de México, para ahora encabezar la operación en Puebla y otras entidades.

En cuestión de medios de comunicación, también hay operación. El coordinador de prensa de Sheinbaum en Puebla es Isaac Hernández, quien desplegó la distribución de materiales para los medios poblanos desde el 29 de julio.

Aquí hay anuncios espectaculares que la promueven so pretexto la publicación de una “entrevista” que ofreció a una revista y periodistas poblanos reciben todos los días, desde hace varias semanas, un mail con un comunicado y fotos sobre las actividades o posturas de la jefa de gobierno de la CDMX

También sus allegados han buscado acercamientos con todos los líderes visibles de Morena en Puebla.

Aunque haya muchas facciones. Hablan con todos. En plural y con pluralidad. Apuntan nombres. Crean padrones. Se dejan ver. Hablan en su nombre. Prometen encuentros. Siempre es con un: “pronto de sienta con ustedes”.

No prometen posiciones ni candidaturas, eso no. No hay en esta labor un poblano o poblana líder de la tarea. Escoger a uno sería desdeñar a otros. Por eso lo hacen enviados, desde la capital del país.

Y es que recordemos que el zafarrancho del pasado sábado 16 de julio, en la reunión de apoyo a ella, opacó la posibilidad del análisis sobre los grupos que apoyan en Puebla a Sheinbaum.

En esa reunión que, literalmente, terminó a cachetadas por culpa del porro Jorge Méndez, estuvieron representantes de todas las corrientes.

Las Vivanco, los Mier, algunos barbosistas, militantes fundadores, puros y neomorenistas. Diputados locales, funcionarios en su día de descanso.

La reunión que presidió la secretaria particular de la jefa de Gobierno, la muy curtida Esthela Damián, demostró que la aparentemente favorita de López Obrador une a todos en torno suyo.

La festejada no asistió. Precisamente, porque no había un pretexto institucional, como han sido los acompañamientos al Presidente en sus giras. O la firma de convenios, como el pasado fin de semana en Veracruz.

A diferencia de Marcelo Ebrard, quien en su última visita fue acaparado solamente por el desprestigiado grupo Mier, en cambio Claudia sí reúne a todos.

También distinto de Adán Augusto López Hernández, quien fue utilizado como marioneta y tuvo la etiqueta de patrimonio político de Ignacio Mier en días pasados.

En Puebla, se ha visto que desde todas las trincheras le rinden afecto político a Claudia Scheinbaum.

Su condición de puntera, si bien no en todas las encuestas, pero sí en el corazón de AMLO, le garantizan una suerte de transferencia de apoyo.

Por eso la operación a su favor es más natural.