Ignacio Mier no solo carga con el escándalo de nepotismo por haber colocado a sus dos hijos en puestos claves de la vida política de Puebla, una como diputada local y el otro como presidente municipal de Tecamachalco, sino que, además, ahora parece que está buscando tapar el mayor escándalo de corrupción más grande que se sabe del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Recientemente, en la Cámara de Diputados, los morenistas encabezados por el poblano, y consentido del presidente para hacerse de la candidatura a la gubernatura para 2024, Ignacio Mier Velazco, están dispuestos a darle protección a los funcionarios salpicados por el escándalo de Segalmex, cuyas carpetas de investigación ya se encuentran en la Fiscalía General de la República (FGR).
Ignacio Mier se juega el nombramiento como candidato a la gubernatura de Puebla con esta cruzada, pues entre los investigados está el extitular de Segalmex, Ignacio Ovalle Fernández —gran amigo y primer jefe en el sector público de Andrés Manuel López Obrador— y otros tantos menos visibles que pertenecen al primer círculo del presidente y que se le ha encargado a Mier defender hasta las últimas consecuencias.
El polémico y controvertido legislador poblano lleva varios días operando para impedir que la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación cite a comparecer a Leonel Cota, a fin de que explique el avance de las denuncias e investigaciones que permitan clarificar el destino de 9 mil millones de pesos que se ejercieron de manera ilegal. Algunos legisladores de su bancada se han resistido y han denunciado presiones de su líder parlamentario para abandonar este asunto plagado de corrupción.
Mier Velazco quiere asegurarse de que las revisiones de este caso, que supera en montos hasta el doble de desfalco a los de la llamada “Estafa Maestra”, por lo que se encuentra en prisión Rosario Robles, se congelen de una vez por todas, porque ya hay indicios de nuevas irregularidades en las compras y contrataciones del organismo de Seguridad Alimentaria durante la administración de su nuevo titular.
Y es que, recientemente, se sabe de un nuevo escándalo está relacionado con la compra de jabones y blanqueadores para las tiendas Diconsa por un monto de 9 mil 976 millones de pesos. Documentos que han sido difundidos por algunos medios de comunicación, la adjudicación directa, concretado el pasado 8 de agosto y reportado en la plataforma Compranet siete días después, que se hizo a la empresa Jabonera La Espuma SA de CV.
En una sola adjudicación, los nuevos operadores de Segalmex superaron los miles de millones de pesos de posible desfalco que se registró en Diconsa y Liconsa —empresas públicas subsidiarias de Segalmex— durante la primera parte del sexenio del presidente López Obrador. En este caso se identifica que los beneficiados fueron una familia de empresarios de Michoacán encabezados por Manuel y María de Lourdes Ambriz Domínguez, ligados a gobernantes pertenecientes al municipio de Zitácuaro.
El tema debe ser una de las mayores preocupaciones dentro del equipo de Leonel Cota, pues se tiene conocimiento de que el pasado 23 de septiembre Segalmex decidió desaparecer los documentos disponibles en la plataforma de compras y sustituir la información de ese contrato, el de los casi 10 mil millones de pesos, con los montos unitarios de precio por producto destinado a cada tienda para abasto rural, que reporta una erogación de 144 mil 956 pesos por cada uno de los miles de contratos.
Por si fuera poco, Ignacio Mier debe evitar también que se haga evidente un triángulo de favores que concretó con su tocayo Ignacio Ovalle y con el Auditor Superior de la Federación, David Colmenares: Ovalle contrató en Segalmex al hermano del titular de la ASF, mientras que Colmenares llevó a trabajar al órgano contralor al hermano del diputado poblano. Blindaje seguro por todos los frentes.