El 2025 tiene una expectativa muy negativa, al menos en el ámbito económico en todo el país y, por ende, para Puebla. Y es que, el ámbito económico para el país no es nada favorable. La aprobación del presupuesto para el próximo año así lo confirma, el déficit fiscal presupuestal cada vez es más alto y se tiene que compensar a través de deuda, tanto pública como privada, esta última adquirida con el Banco Mundial.
Veamos como los ingresos propios ascienden a poco más de 7.5 billones de pesos, pero el gasto gubernamental es de más de 9 billones de pesos, es claro que algo está mal y ya no hay forma de seguirlo sosteniendo.
Por lo anterior, hace unos días, el propio coordinador de los diputados federales de Morena y líder de la cámara baja, el zacatecano, Ricardo Monreal, ha comenzado a hablar de manera insistente en la necesidad de llevar a cabo una reforma fiscal, basada según él, en una mejor redistribución de la riqueza. Aunque, en el mismo tema, la propia presidenta Claudia Sheinbaum ha dicho estar en contra de esta medida.
Pero, lamentablemente, el estado no cuenta con otra forma de hacerse de más recursos, que no sean, nuevos impuestos o aumentar las tasas de los ya existentes. Aunque, lo cierto, es que uno de los caminos es mejorar la recaudación, lo cual fue una de las pocas cosas exitosas que logró hacer el ex presidente López Obrador.
En múltiples ocasiones hemos escuchado la “trillada” frase de que se va a tratar de “ahora sí”, incrementar el número de contribuyentes aumentando la base y combatiendo a la evasión, así como la informalidad, cosas que nunca se hace.
Lo que sí es una realidad y que afectará a miles de familias en México, sobre todo a las ya de por sí lastimada clase media, es que estas reformas fiscales, se basan en incrementar el IVA y el Impuesto Sobre la Renta, lo que golpeará directamente a la población y a los sectores productivos del país, quienes están prácticamente ahogados ante las tasas impuestas, pues se trata de la misma clase media la que siempre termina pagando los platos rotos.
La realidad es que no les queda de otra, los recortes en este año ya afectaron a sectores sensibles como lo son el de la salud, al educativo, al de infraestructura, a la seguridad y ni aun así les alcanza, porque se les ocurrió ampliar, de forma irresponsable, la cobertura de los programas sociales, que han resultado ser políticamente rentables, como ya se vio el 2 de julio y desde que la 4T tomó el control del país.
Si las cosas avanzan, ya se habla de que el IVA pasará del 16 al 20 por ciento en todos los productos, se dice que incluso en alimentos y medicinas, así como también se incrementaría el ISR lo que podría ser el golpe final para miles de empresas en el país, así como un golpe fulminante a la clase media de méxico.
Esta es la realidad que se está enfrenando, el panorama económico para el próximo año es muy poco alentador y más si se toma en cuenta que difícilmente se va a echar abajo el TMEC, pero sí habrá diversas sanciones y nuevas reglas, según han dejado ver tanto el gobierno de Canadá, como el de los Estados Unidos, así como las recientes amenazas de su próximo presidente el republicano Donald Trump.
La situación es realmente complicada, pero como casi siempre ocurre en nuestro país, muy pocos realmente se dan cuenta de la realidad en la que se encuentra México.