Se confirma: capitalinos votarán a oscuras

Por  Carlos Gómez

Los debates políticos son el escenario en el que los aspirantes a cargos públicos se confrontan directamente a través de un medio de amplio alcance, mismo que promueve que el diálogo sea presenciado por un amplio espectro de posibles votantes. Podríamos entender estos enfrentamientos como una especie de subasta en la que los vendedores muestran su catálogo de mercancía e intentan arrebatar a sus rivales las preferencias de sus productos, esperando recibir a corto plazo, un pago en forma de “x” en una boleta electoral.

Durante este “ejercicio comercial”, los potenciales clientes adquieren argumentos para procurar que su “compra” sea lo más segura posible, ya que es el momento en el que pueden comparar precios, calidades y manufacturas, de modo que dentro de lo posible, adquieren la certeza de que su “x” sea una inversión que responderá a sus intereses durante los próximos años.

Esta campaña ha sido destinada a no contar con este ejercicio, ya que los candidatos Pepe Chedraui y Rafa Cañedo no respondieron a la invitación emitida por el IEE (Instituto Electoral del Estado). Cada uno de ellos manifestó las razones que los llevaron a no asistir al debate, por parte del aspirante de la “Mega Coalición”, Pepe Chedraui, se puso de manifiesto que el posible formato del debate parecía favorecer a su principal rival (Mario Riestra); mientras que el representante de Movimiento Ciudadano, Rafael Cañedo, argumentó que los debates son herramientas que facilitan la guerra sucia y que no aportan nada a la sociedad, motivo por el que prefiere no modificar su agenda de campaña para presentar sus propuestas de primera mano ante los votantes que se convoquen en sus actos proselitistas.

Con esta determinación, a los poblanos se nos niega nuestro derecho a recibir cotizaciones después de realizar una prueba de manejo. La inexistencia de un debate condena a los votantes a comprar una opción sin que pueda ser cuestionada por el mercado, solamente contando con lo que se muestra en los comerciales, literalmente.

Lo ideal sería que en próximos días se abra la posibilidad de revivir este ejercicio con condiciones que los tres contendientes consideren justas, y aunque eso parezca imposible, sería imperioso que se lograra un acuerdo con el único fin de abrir las puertas de las campañas a los potenciales votantes que ellos mismos pretenden atraer.