Por Teodoro Rentería Arróyave
SEGUNDA PARTE
Así continuamos en ese mes de junio de 2018, la serie dedicada al abogado-humanista Saúl Uribe Ahuja, que ahora reproducimos actualizada, ante su triste partida al éter eterno acaecida este martes 11.
Fueron menos de tres años de esta conocencia que nos enriqueció; ambos en varias oportunidades comentamos que el tiempo calendario no se hizo para nosotros puesto que parecía que nos habíamos amistado de toda la vida.
Fueron tres momentos cumbres en los últimos años de vida de Saúl que lo hicieron vibrar de emoción, en orden cronológico: su ingreso como miembro distinguido tanto de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, como del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE, haya en Mexicali, Baja California, precisamente en la Asamblea Nacional Electoral con la presencia de la presidenta saliente María Consuelo Eguía Tonella y del presidente entrante, Juan Ramón Negrete Jiménez.
El haber logrado que el Congreso de la Unión declarara este 2020 “Año de Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria”, volver a escribir sus artículos en un diario, en este caso “Impulso” del Estado de México, gracias a la atingencia de su director general, Alejandro Zendejas Hernández y de su directora editorial Adriana Tavira García.
Y el haber sido entronizado como académico de nuestra muy querida Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG, patrocinada por la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, ceremonia solemne que encabezó nuestra presidenta Elizabeth Rembis Rubio, con la asistencia testimonial de los colegas Arnulfo Domínguez Cordero, Teodoro Raúl Rentería Villa y el autor.
Más que el compromiso personal, el social es el que distingue a los seres humanos, porque la lucha es por el bien común de una comunidad, de un país o de la humanidad toda. Por el contrario, el burocratismo, no nos referimos a la burocracia que nos merece todo nuestro respeto, sino a esos grupúsculos que se incrustan en la cosa pública para medrar y beneficiarse en detrimento de las sociedades.
Don Saúl Uribe Ahuja, que hubiera podido vivir a sus 90 y más años, falleció a los 92, en la comonidad de sus éxitos profesionales, siguió en la lucha por los suyos, no obstante, como ya lo dijimos, que desde hace más de 8 años por una operación de carótida y dos embolias se vio en la necesidad de usar la silla de ruedas y de asistencia personal.
Baste mencionar una más de esas batallas, de las muchas que se impuso: su defensa no sólo de la conservación sino de su uso mismo de la obra más importante del Siglo XVI en toda América, nos referimos al Acueducto Tembleque, que con 137 arcos. Puentes, arquería mayor de un kilómetro y derivaciones que hicieron correr el agua por más de 50 kilómetros de Zempoala, Hidalgo a Otumba, Estado de México mediante una elevación de 39 metros.
La denuncia legal y pública de Don Saúl, habla por sí mismo de su compromiso social. Recurrió a todos los funcionarios locales, estatales, nacionales e internacionales sin obtener respuesta alguna. Esa frustración se la llevó a la tumba, algún día esos funcionarios negligentes tendrán que dar cuenta de su criminal incuria. Y la lucha de don Saúl perdurará por siempre. CONTINUARÁ.
Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, el portal www.libertas.mx