Rocío D´Ledezma. (Veracruz, México). Artista visual, diseñadora y poetisa. Como artista visual ha participado en innumerables exposiciones colectivas e individuales dentro y fuera del país. Ha realizado muralismo en instituciones privadas. Como diseñadora inicia su línea de ropa en manta cruda en el 2014 y en 2021 lanza su propuesta con la finalidad de contribuir al fortalecimiento de nuestras costumbres y tradiciones. Como escritora ha participado en diversas antologías, periódicos, revistas digitales. Es autora de cinco poemarios. e incansable promotora cultural. Conforma colectivos, no sólo en su ciudad. Condecorada con la medalla Leona Vicario 2020. Representante de mil mentes por México. Embajadora de la alianza Marroquí México. Colaboradora de la editorial Eterno Femenino.
Artista: Rocío D´Ledezma
Título: Convergencia
Técnica: Óleo
Medidas: 25 x 30 cm. Miniatura
Año: 2015
Convergencia
La noche somnolienta se vistió de frío,
la espesa niebla impedía mirar
dos faros chorreantes de tristeza,
se dirigió por la lúgubre melodía,
que exhalaba una vieja rockola,
una orquídea, o mariposa, o mujer o hada traviesa
se atravesó rasgando la melancolía,
y cayó la noche azul como sus ojos y
un sendero de luz se abrió al fulgor de su mirada
El plumbago del mar se aquieta,
mientras las ondas sonoras se desatan,
me embriagó su aroma de abeja reina,
de la obsidiana pura que gemía,
Mi alma divagó frente a la birra,
que bailaba frenéticamente
en medio de la espuma,
mientras un tango lanzaba
su lastimero aullido,
por mi amor extraviado en lontananza.
Nos tomamos de la mano como dos perdidos
en el desierto inmenso, árido,
nacido de dos almas que deambulan en silencio…
La sal de su cuerpo se hizo eco en mis papilas
y el acre del tal vez? Rompió la calma.
Un tequila a horcajadas Monta al caballo
en pos de su hermosura
que queda aullando.
Sentí que me amó
mientras como un ciego la reconocía,
La amaba y ya la extrañaba,
sentí que me quería mientras yo la aborrecía por ajena,
porque no era mía…
Raudo despierto rasgando la angustiante noche
Un rayo de luz pronuncia su nombre
mientras las volutas de humo de mi pensamiento
suspiran ante la memoria esquiva,
y así llegó el día naciendo entre gritos y
alaridos de una elipsis perdida,
que no llega…
Se marchó…
La estrella se convirtió sólo en un punto,
en voluta de suspiros en el mar inmenso de mi agonía…
Millones de horas se apilaron
en el largo trajín que es la vida,
El tiempo se convertía en monedas,
cuyo sonido no callaba
el fragor del caudal que espera.
El tiempo era verdugo de mi quimera,
y cuando más tenebrosa se presentaba la noche,
la luz del nuevo día,
la parábola perfecta
se reflejó en el ocaso y
la vi en el rocío que refresca,
en las hojas sudando anhelos,
soñando vida,
Aquí estoy dijo,
aquí me quedo,
aquí es!
mientras se escuchaba
el dulce silbido del viento…