- El Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S.J., dio la bienvenida a las y los estudiantes que se incorporan o regresan a la IBERO a continuar sus estudios
- El Rector se congratuló de que el Dr. Arturo Zaldívar, Ministro Presidente de la SCJN, diera la conferencia de inauguración del ciclo académico Primavera 2022 del Departamento de Derecho
Pedro Rendón/ICM
En el inicio del presente ciclo académico ‘Primavera 2022’ de la Licenciatura en Derecho el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S. J., Rector electo de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, deseó a las y los estudiantes que se incorporan a la IBERO, “que su paso por nuestras aulas esté lleno de aprendizajes, crecimiento y experiencias de vida”; y a quienes regresaron a continuar sus estudios, que este semestre sea muy productivo y provechoso.
En estos tiempos complejos que se están viviendo, por la persistencia de la pandemia, animó al alumnado “a asumir con toda fuerza el reto y el privilegio de continuar sus estudios profesionales en la modalidad que ha preferido la Universidad para este semestre, la presencial”; pero, de llegarse a necesitar, la institución está lista para continuar con las clases híbridas y en línea. “Saben que la IBERO es su casa y que haremos cuanto esté en nuestras manos para poner a su disposición una educación de excelencia, con sello ignaciano, con pertinencia social y en las condiciones adecuadas para preservar su salud y prevenir los contagios”.
Así lo dijo antes de que comenzara la conferencia La Gran Reforma Judicial del año 2021, que dictó el Dr. Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a quien se congratuló de presentar. Zaldívar, dijo el Rector, cuenta con una gran trayectoria como jurista y ha escrito múltiples obras cruciales para alcanzar reformas trascendentes al actual sistema de justicia en México.
Además, el Ministro nunca ha dejado su vocación docente, prueba de ello es la cátedra magistral que imparte en el Departamento de Derecho de la IBERO, donde varias generaciones de estudiantes de la Universidad “han tenido la enorme oportunidad de conocer de viva voz el razonamiento jurídico de quien preside el más alto tribunal del país”.
Arriaga Valenzuela señaló también que, “la colaboración institucional que hemos forjado desde hace ya muchos años con la Suprema Corte de Justicia de la Nación nos ha permitido tender puentes importantes entre el espacio académico y el lugar donde se toman las decisiones jurídicas más importantes del país”.
“Estos puentes han resultado de gran utilidad para mostrarles a las y los jueces otros puntos de vista respecto a cómo vemos desde la academia al fenómeno jurídico. En tal labor, el Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana ha encontrado una gran sensibilidad de parte de todos y todas las Ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes han brindado atención a nuestras inquietudes y han mostrado un profundo interés en torno a ellas”.
Con especial cariño y gratitud el Rector Electo recordó a Don José de Jesús Gudiño Pelayo, distinguido egresado de la IBERO, a quien siempre le gustaba regresar a su alma mater “a escucharnos y, por qué no, a darnos un buen consejo. Estoy seguro que esa tradición seguirá vigente con nuestra apreciada doctora Loretta Ortiz Ahlf, quien, también egresada de esta casa de estudios, hace apenas unos días recibió su investidura como nueva integrante de la Suprema Corte”.
Por todo ello, celebró que el presidente de la SCJN se encuentre en la IBERO. “Su presencia en nuestra Universidad Iberoamericana permitirá seguir fortaleciendo la relación institucional que hasta ahora nos ha permitido trabajar en colaboración por el bien del país”. Asimismo, reconoció el gran empeño que el Ministro Zaldívar puso en la Reforma (Judicial), “que busca terminar con las prácticas de corrupción, nepotismo y tráfico de influencias que tanto han dañado al Poder Judicial de la Federación”.
Ese empeño, que nunca es sencillo, coincide con la visión de derecho que tienen las universidades jesuitas (como la IBERO), y en la que intentan formar a sus estudiantes, “la visión de que es posible ejercer la abogacía con honestidad y rectitud para construir, entre todas y todos, el estado de derecho que aún anhela nuestro país”.
La Reforma Judicial del 2021 ayudará a materializar ese anhelo, que también subyace a la Reforma Constitucional de Derechos Humanos. Derechos humanos que en 2011 se incorporaron a plenitud en el orden jurídico mexicano a raíz de una trascendente modificación en la Constitución, que dio renovada relevancia a los tratados internacionales que México ha firmado sobre esta materia.
Como jesuita y abogado que entonces trabajaba en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, el Padre Arriaga recordó que la Reforma Constitucional en Derechos Humanos trajo una bocanada de esperanza, la cual claramente aún no es una realidad para todas las personas, pues en México los derechos humanos son una promesa todavía inalcanzable para las mayorías empobrecidas. “Durante mucho tiempo, tanto en la academia como en la Judicatura, solían reducirse a garantías individuales carentes en muchas ocasiones de tutela judicial efectiva. Además, subsistía un marcado escepticismo frente al derecho internacional de los derechos humanos, que aún no ha terminado de erradicarse del todo”.
En este contexto, la reforma de 2011 refrescó la promesa constitucional de construir un país fincado en el reconocimiento de una dignidad compartida por todos y todas, y la reforma judicial de 2021 ayudará a mejorar las condiciones sobre las que miles de mexicanas y mexicanos buscan cada día que los derechos humanos se conviertan al fin en una realidad.
“Contar con un poder judicial más robusto, donde se eliminen las prácticas de corrupción y tráfico de influencias, contribuirá a mejorar la administración de justicia que actualmente existe en el país. Lo mismo puede decirse del ejercicio cabal de la independencia judicial, hoy más que nunca fundamental”.
Por otra parte, el Dr. Arriaga mencionó que, con base en la identidad de la IBERO como Universidad confiada a la Compañía de Jesús, los debates en materia de derechos humanos, sobre todo los que se efectúan en clave jurídica, deben hacer lo posible por historizar su entendimiento, que es un método propuesto por el jesuita Ignacio Ellacuría que supone, en esencia, no perder de vista el contexto y sostener una mirada crítica de la realidad.
En este sentido, al discutir la Reforma Judicial de 2021, “no debemos dejar de insistir que esperamos que ella ayude a cumplir la esperada promesa, que todos y todas podamos vivir en un país en el que se respeten los derechos y libertades fundamentales, lo que como ya señalé, aún dista de ser una realidad en nuestro país. La violencia y la impunidad campean en nuestra adolorida nación, como nos lo recuerda en una de las expresiones más dolorosas, pero también dignas, el rostro de los padres y madres que desesperadamente buscan a sus familiares desaparecidos”.
Dicho esto, el Rector Electo solicitó a las y los estudiantes de la Universidad no perder nunca de vista “esa realidad que a todos nos debe interpelar, esa realidad que, pensamos en la IBERO, no nos debe llevar a descartar la idoneidad del derecho para resolver la conflictividad social, pues no hay otro camino, sino que nos tiene que incitar a dotar al derecho de una mayor utilidad social, enfrentando creativamente los retos del presente”.