Gabriel Sánchez Andraca
El senador de Morena Alejandro Armenta Mier, el precandidato mejor evaluado para aspirar a la presidencia municipal de Puebla, dijo que está estudiando la posibilidad de buscar la candidatura aunque advirtió que las posibilidades de triunfo no dependerán de una persona, sino de la unidad y organización que tenga su partido y del proyecto de gobierno que se ofrezca a la ciudadanía.
En la entrevista televisiva que la hizo el periodista Yair Lecona, insistió mucho en el proyecto. El candidato debe tener claro qué va a ofrecer a la ciudadanía, dentro de lo posible, para la solución de los problemas del municipio que son muchos y de diversa índole.
Un candidato no debe salir a buscar el voto con las manos vacías. Debe estar plenamente enterado de la problemática del municipio y tener claro cuales serán las medidas que serán aplicadas para resolverlos.
Pero además, el partido que lo postule debe ser el primero en apoyar el proyecto y en hacerlo suyo. Para eso requerirá unidad y organización interna.
Desde hace meses hemos insistido en esta columna, que el derrumbe del PRI y de todos los partidos de México, se debe a la falta de unidad, de estructura y organización.
Morena llegó al poder por el arrastre de un líder carismático, ampliamente conocido en todo el país, que ofrecía una transformación de México empezando por acabar con la corrupción y aminorar la pobreza garantizando salarios dignos, derecho a la salud, a la educación y a la vivienda. Ese programa tuvo el apoyo de más de 30 millones de electores, una cantidad nunca antes alcanzada por ningún candidato, pues los ciudadanos ya estaban hartos de ir de mal en peor, mientras sus clases políticas se enriquecían, gozaban de impunidad y estaban a punto de acabar con las empresas que durante décadas fueron emblemáticas para los mexicanos: PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad, pues intuían, lo que muchos economistas pregonaban en los primeros tiempos, que un país sin autosuficiencia alimentaria y energética, sería siempre un país dependiente. Y nosotros ya lo éramos y nada menos que de Estados Unidos, la nación más poderosa económica y militarmente y además es nuestro vecino con una frontera de más de 3 mil kilómetros.
El maíz que comemos todos los mexicanos, es un maíz forrajero y transgénico, importado de Estados Unidos, lo mismo que muchos otros alimentos básicos; en Estados Unidos nos compran petróleo crudo, para después enviarnos gasolinas que nosotros dejamos de producir por culpa de gobiernos apartidas que pretendían quebrar a las empresas del estado para entregarlas al capital privado especialmente extranjero.
Los servicios de salud pública eran malos y totalmente insuficientes y ya estaba un proceso para privatizar el IMSS y el ISSSTE. En fin, el pueblo de México estaba hasta el copete, por no decir hasta la madre de los abusos de los gobernantes del PRI y del PAN y para colmo, el problema de la inseguridad y la violencia generalizada en el país, iba creciendo.
La población en general quería un cambio radical y ese cambió lo ofreció el candidato de Morena y recibió el apoyo de la población.
Para el municipio de Puebla también se requiere un cambio radical, y sus habitantes esperan que quienes aspiren a la presidencia municipal, sean personas con honorabilidad, con oficio político y con sensibilidad social. Los improvisados, carentes de oficio y sin sensibilidad política y social, solo sirven para empeorar las cosas. Lo estamos viendo.
Alejandro Armenta está en lo correcto. El proyecto es importantísimo, pero también la unidad y la organización de su partido, cuyos dirigentes no han respondido a lo que de ellos es de esperarse: doña Yeickol Polenvsky se dedico a la grilla y a la compra de casas para los comités estatales y municipales que todavía no tiene, en vez de crear la estructura que su partido requería, para tener organización y disciplina y de instruir a su militancia en los principios y metas de Morena, para luchar por ellos con decisión y no en andar en grillitas de politiqueros que solo conducen a la creación de grupitos de interés y eso es lo que hubo en el PRI y el PAN, los partidos que gobernaron en las pasadas tres décadas con resultados catastróficos para el pueblo mexicano.
YA ESTARA USTED ENTERADO, QUE falleció de coronavirus la semana pasada Leticia Animas, una política de izquierda poblana originaria de Teziutlán, luchadora tenaz, que ocupaba un cargo importante en el gabinete del presidente López Obrador. Era una mujer con gran sensibilidad social y de firmes convicciones.
El vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas, está en cuarentena por haber dado positivo y ayer se anunció que el cardenal y quien fuera arzobispo primado de México, Norberto Rivera, fue hospitalizado por Covid-19 en la ciudad de México.
El coronavirus no respeta a nadie, solo a quienes guardan las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades de salud. Hay que cuidarse y fortalecer nuestro sistema inmunológico, no lo olvide.