Gabriel Sánchez Andraca
Las pláticas entre el virtual candidato a la gubernatura de Puebla, Alejandro Armenta Mier y el diputado federal Ignacio Mier Velazco, que obtuvo el segundo lugar en las encuestas, han sido muy exitosas y aseguran la unidad de Morena en las elecciones del 2024. Fueron pláticas cordiales en las que Mier Velazco ofreció colaborar estrechamente con el senador Armenta en la unificación total de quienes fueron sus partidarios, a los trabajos de precampaña del precandidato a la gubernatura.
Quienes apostaban a un rompimiento, se llevaron un chasco. No tomaron en cuenta el profesionalismo político de los dos contendientes que aunque fueron destacados priistas, supieron comportarse como lo que ahora son, morenistas, y actuaron de acuerdo a lo que establece la organización política a la que ahora pertenecen.
Morena es una sola fuerza, como dijo la candidata presidencial Claudia Sheinbaum y no hay más. Eso fue en respuesta a Marcelo Ebrard que proponía que a su regreso a Morena con sus partidarios, fuera considerado como segunda fuerza dentro del partido.
La inmensa mayoría de los perredistas que se pasaron a Morena, cuando este movimiento fue creado por quien fuera dirigente nacional y dos veces candidato a la Presidencia de la República por el PRD, se olvidaron de los doce grupos, corrientes o tribus, en las que estuvieron divididos desde su fundación y que les impidieron crecer y asegurar los triunfos que obtuvieron cuando sus candidatos presidenciales, Cuahutémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, ganaron las elecciones presidenciales, cuyos triunfos no fueron reconocidos por el sistema imperante en esos tiempos.
ES UNA BUENA DETERMINACION LA DE IMPEDIR que Morena se divida en grupos, corrientes, tribus o segundas y terceras fuerzas. Los partidos políticos deben tener estructura, organización y unidad total en sus filas o estarán destinados al fracaso.
Hay que ver lo que está pasando con la Coalición Amplia por México, constituida por tres partidos políticos totalmente antagónicos, si tomamos en cuenta su ideología tradicional; el PRI liberal, el PAN conservador y el PRD izquierdista. Esos partidos, históricamente adversarios, se unen para evitar “la destrucción de México por Morena”. A las tres fuerzas opositoras tan disímbolas las une el combate decidido a la gran corrupción propiciada por el neoliberalismo priista y panista; los une el combate de la Cuarta Transformación a la venta al capital extranjero, principalmente, de nuestros recursos naturales como el petróleo, el gas y la electricidad, que terminarían, como ya estaba ocurriendo, con nuestra independencia energética; a la condonación de impuestos a las grandes empresas nacionales y extranjeras; a la entrega de nuestras minas de oro, plata, cobre, etc., al capital extranjero, expidiendo concesiones a diestra y siniestra principalmente a empresas canadienses, en fin al robo de hidrocarburos, a la corrupción de nuestro sistema de justicia, al pago de sueldos mínimos bajísimos para atraer empresas maquiladoras explotadoras de esa mano de obra barata de la que se enorgullecían los neoliberales, en fin, de poner freno al endeudamiento del país con el FMI y el Banco Mundial…..
Los partidos que conforman la Coalición Amplia por México, no han presentado un proyecto de gobierno digno y viable para sacar al país del atolladero en el que lo habían sumido los neoliberales.
Para ellos el país debería ser entregado a los grandes capitales extranjeros y nacionales y tener como moneda corriente en México, al dólar, como lo hará el próximo gobierno de Javier Milei, en Argentina. Ese sería su modelo ideal. Por eso alaban su triunfo en la hermana república Sudamericana.
PERO YA HAY GRANDES FISURAS EN LAS filas de la Coalición, que están surgiendo sobre todo en las filas del priismo, tanto por estar inconformes con la candidatura de la señora Xochitl Gálvez, a quien derrotó en todos los debates que tuvieron como aspirantes a la candidatura de los opositores, Beatriz Paredes, la experimentada, destacada y magnífica oradora priista, como por la entrega descarada del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas al PAN, partido antagónico al PRI, desde que en el Siglo XIX se enfrentaron como corrientes políticas liberal y conservadora. El dirigente priista bajó de mala manera Paredes Rangel de la competencia, para imponer como triunfadora a Xochitl Gálvez.
Importantes personajes del PRI, han renunciado a seguir perteneciendo a ese partido: senadores, diputados y aspirantes a cargos de elección popular, han abandonado las filas del tricolor acusando a su dirigente nacional, de entreguista y éste ha respondido que qué bueno que se van, porque constituían un estorbo. A ver qué pasa en las elecciones del 24.