Gabriel Sánchez Andraca
¿Qué implica la trasformación de un gobierno por la vía pacífica? El desmantelamiento de un sistema de gobierno que en vez de propiciar el avance económico, político y social, hace lo contrario, y para sustituirlo por otro más eficaz, realiza los cambios necesarios para lograr el mejoramiento de las condiciones de vida de las clases marginadas.
El sistema neoliberal impuesto por el gobierno priista de Carlos Salinas de Gortari hace más de treinta años, fue un sistema corrupto e ineficaz para resolver los grandes problemas nacionales. Tuvo opositores dentro del mismo sistema priista y propició la división de ese partido, conformándose grupos políticos para impulsar el cambio y evitar una revolución violenta.
La oposición al sistema neoliberal, fue fortaleciéndose a medida que pasaba el tiempo. La situación del país se agravó durante los sexenios cubiertos por el PAN, para simular una auténtica democracia y el descontento creció, por el crecimiento de la inseguridad y la violencia, la corrupción y el agravamiento de la situación económica de las clases medias populares, de obreros y de campesinos y los ciudadanos concurrieron en masa a las urnas, para elegir a un gobierno diferente que proponía un cambio total del sistema, que solo beneficiaba a los ricos y poderosos políticamente hablando.
EL OTRO CAMINO, QUE NADIE QUERÍA, ERA el de la revolución violenta que implicaría la destrucción del país; varios años de lucha armada; la muerte de cientos de miles de mexicanos; sufrir hambre, epidemias, etc., el caos pues.
Por eso resulta inexplicable la oposición cerrada al desmantelamiento del viejo régimen, para dar paso a uno nuevo que propicie el mejoramiento en la vida de todos los mexicanos y no solo de unos cuantos, por la vía de la democracia y no de la revolución violenta.
Todo cambio político, implica ruptura. No se puede dar un cambio real, sin ruptura. La llegada del PAN al poder, fue peor de lo mismo. Los gobiernos de Fox y Calderón fueron neoliberales pero más corruptos y más ineficientes que los gobiernos neoliberales priistas. Su alianza contra el actual gobierno, es natural, no fue impuesta por nadie y defienden lo mismo, sus privilegios y la impunidad de que gozaron siempre.
Hay que echar un vistazo a libros y publicaciones que aparecieron entonces y que denunciaban los graves errores, los grandes latrocinios, los grandes atrasos que se padecieron en ese entonces. La sumisión ante los gobiernos estadounidenses, por parte del gobierno mexicano, era casi total. Sus policías entraban armados a nuestro país cuando se les daba su real gana y el tráfico de drogas en vez de disminuir, se agravaba. Ahora ya sabemos por qué.
EL PROBLEMA SURGIDO EN ESTA SEMANA, por la invalidación de la Suprema Corte de Justicia a la primera parte del Plan B electoral, ha arreciado los ataques de uno y otro lado y las críticas al presidente y la denostación a su propuesta de elegir mediante el voto popular a los ministros de la Suprema Corte, han sido descalificadas hasta por quienes se suponía eran políticos serios del PAN.
El gobierno de este país se conforma por tres Poderes; el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. El Ejecutivo, que recae sobre el Presidente de la República es elegido por el pueblo; el Legislativo compuesto por las cámaras de Diputados y de Senadores, también. Entonces, por qué el Poder Judicial no. Porque el pueblo nada tiene que ver con ese Poder.
No de ahora, de siempre el Poder Judicial de la Federación ha gozado de muy mala fama. Está conformado, se supone, por abogados de gran prestigio, que se visten con toga y birrete y que siempre estaban sometidos a la voluntad presidencial.
Ahora se niegan a cumplir con la Constitución que establece que ningún alto funcionario debe ganar más que el Presidente. Ellos se ampararon ante esta disposición y ganan más que el presidente y tienen prestaciones de costo exorbitante, que no tienen ni el Presidente, ni los diputados, ni los senadores. Y es el único poder de la república que nada tiene que ver con el pueblo. Claro que hace falta una reforma en el Poder Judicial, que ahora se siente intocable.
El pueblo debe elegir a los tres poderes de la Unión: Al Ejecutivo, al Legislativo y al Judicial. Los dos primeros, que representan a los ciudadanos mexicanos en su conjunto, no pueden estar sometido a un tercer poder no elegido por la ciudadanía y con serios compromisos con grupos políticos completamente ajenos a los de la mayoría de los mexicanos.
AYER FUE DÍA DE LAS MADRES. Este día fue instituido por el diario Excélsior de la ciudad de México que entonces era dirigido por un poblano, don Rafael Alducin, originario de Ciudad Serdán, que antes se llamaba San Andrés Chalchicomula. El pues fue el autor de esta celebración, que se ha extendido por todo el país y por numerosos países extranjeros.