Gabriel Sánchez Andraca
El covid-19; la guerra Rusia-Ucrania; el cambio de régimen en varias naciones entre ellas México y otras de la zona Latinoamericana, entre otras cosas, han marcado estos últimos tres años.
En Puebla, tenemos nuevo gobernador por el fallecimiento de don Miguel Barbosa Huerta a quien sustituyó don Sergio Salomón Céspedes Peregrina, ex presidente municipal de Tepeaca y diputado local con licencia, por el distrito que tiene su cabecera en ese mismo municipio.
Sobre el Partido Revolucionario Institucional se cierne el peligro de un mayor debilitamiento que tuvo en el 2018, por las actitudes asumidas por su nada popular presidente del comité nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, que pretende prolongar su mandato hasta el 2024. Por esto ya renunciaron al Consejo Político Nacional, el ex gobernador de Guerrero, Astudillo y el ex presidente municipal de Chilpancingo, Mario Moreno y por último, el dirigente estatal del PRD, Martínez Amador, dice que se propone trabajar intensamente el año venidero, para fortalecer a su partido a fin de que sea una fuerza política real.
Por su parte el dirigente nacional del PAN, don Marko Cortés, lanzó al aire una mentira del tamaño del mundo: dijo que su partido tiene elementos para ser candidato a la Presidencia de la República….y ganar.
AYER, MIERCOLES DE PLAZA, ENTRO EL INVIERNO que parece que será bastante frío, pues desde la entrada del otoño, hace tres meses, ya se empezaba a sentir un fenómeno fuera de serie.
Para los europeos y países de otros continentes en donde los inviernos son crudos, la cosa se presenta más grave que de costumbre, pues por la guerra, Rusia ha suspendido sus grandes exportaciones de gas y combustibles derivados del petróleo desde hace algunos meses y los países europeos serán los más afectados por esto.
EL BANCO DE ESPAÑA, ANUNCIÓ QUE ESE país tendrá una inflación disparada que se irá frenando en el 2023.
Si en México tuviéramos todavía el régimen neoliberal: ya hubiéramos perdido el control de la electricidad y del petróleo que estarían en manos de extranjeros; ya hubiéramos pedido préstamos al Fondo Monetario Internacional; seguiríamos importando maíz forrajero y transgénico y también combustibles de origen petrolero y miles de mexicanos formarían caravanas para cruzar la frontera hacia los Estados Unidos, como lo hacen los centroamericanos y algunos sudamericanos.
Feliz Navidad a todos nuestros lectores y nos vemos por acá en los primeros días del año entrante.