Gabriel Sánchez Andraca
Ayer se cumplieron 35 años del trágico fallecimiento del profesor Jorge Murad Macluf, quien fuera presidente municipal de Puebla en el periodo 1984-87.
En el Jardín ubicado atrás del la Escuela Secundaria Revolución Mexicana, entre la 23 y la 35 poniente y entre la 13 y la15 sur, fue el acto en el que estuvo la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, morenista, que tuvo palabras de reconocimiento al trabajo realizado por Murad Macluf, quien durante su gobierno, dijo, cimentó las bases de la Puebla de hoy. También hizo un reconocimiento a la maestra Dervylia González, esposa del maestro, fallecida el año pasado, quien junto a él, trabajó incansablemente por los niños y las mujeres desamparados a través del DIF.
El discurso oficial estuvo a cargo del licenciado José Martínez Escobar, quien fuera secretario general del ayuntamiento, quien habló de intenso trabajo realizado en 30 meses, para resolver los graves problemas de la capital del estado, especialmente el de los vendedores ambulantes que se ubicaban en el centro de esta capital, del mercado La Victoria, que se había convertido en una central de abastos en el corazón del centro histórico, del pésimo alumbrado público y la falta de pavimentación en muchas colonias y calles del centro, en fin, de atender los problemas más sentidos de la población. Fue un ejemplo de trabajo, de esfuerzo permanente para atender los problemas urbanos y sociales que agobiaban a los poblanos.
En el acto estuvieron ex-colaboradores de ese ayuntamiento, familiares del maestro, ex alumnos y muchos amigos.
AYER FUE EL DÍA MUNDIAL DE los pueblos indígenas, fecha que se presta para analizar el desarrollo de los pueblos originarios de México y de América, que no es muy halagador.
La atención a nuestros antepasados prehispánicos ha dejado mucho que desear. Se dice que hay 12 millones de indígenas en México, que están perdiendo sus lenguas originarias por la poca atención que se ha puesto en atender su educación y en la conservación de sus propios idiomas, lo cual constituye el principio para perder sus culturas, sus usos y costumbres. Es la pérdida de su identidad.
Son pueblos pobres y atrasados, pues desde hace 500 años, han estado siendo saqueados sus recursos naturales, primero por los conquistadores y luego por mestizos y empresas transnacionales que se apoderan de sus tierras, de su riqueza minera, destruyen la flora y fauna de sus territorios, en fin, los acaban.
Los desarrollos urbanos, propios del sistema capitalista, han sido responsables de su continuo atraso y de su permanente pobreza. Compañías nacionales y extranjeras, se apoderan de sus territorios y acaban con los sistemas de vida sencillos, austeros y los lanzan sin preparación de ninguna especie, a sobrevivir en un sistema que no conocen, que no saben cómo enfrentar y que finalmente los va exterminando y finalmente los desaparecerá, si no se pone un alto a ese sistema depredador, que atenta contra la vida natural de nuestras comunidades y con su entorno.
El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, se propone en este gobierno, promover el desarrollo de los pueblos originarios, que constituyen el diez por ciento de la población total del país y el rescate de sus ancestrales conocimientos agropecuarios, así como sus costumbres, sus culturas y sus lenguas.
LA COMISION NACIONAL DEL AGUA, CONAGUA, dice que no le corresponde atender el problema que ha surgido entre la empresa purificadora del vital líquido Bonafont y los pueblos que se sienten despojados del vital líquido.
Eso corresponde arreglarlo al gobierno estatal, a los gobiernos municipales y a los particulares involucrados.
Conagua está pendiente del desarrollo del problema y podrá participar, siempre dentro de la ley, el el diálogo que se establezca entre las partes, para llegar a un arreglo.
Como se habrá usted enterado, las instalaciones de la mencionada empresa, fueron tomadas por vecinos de las comunidades propietarias de los pozos que surten a la concecionaria, pues sienten que están acabando con un recurso propiedad de la comunidad, sin que ésta reciba nada o muy poco a cambio.