Gabriel Sánchez Andraca
El presidente municipal de Puebla capital, aprovechando su próximo primer informe, como alcalde, ya anda en plena precampaña por la gubernatura de la entidad.
Solo así se explica la excesiva promoción que se está haciendo en todos los medios para su primer informe.
El lema de campaña para la presidencia municipal, fue “contigo y con rumbo” y en menos de un año de su criticada gestión, el lema ha sido modificado y ahora es “cambiemos el rumbo”. Quiere decir ¿que el rumbo que tenía no dio resultado y hay necesidad de cambiarlo o que lo que anuncia es cambiar el rumbo del estado, ahora gobernado por Morena?
De que hay que cambiar el rumbo en el municipio, nadie lo duda: apenas ahora, casi un año después de su toma de posesión, ha puesto en marcha un programa de bacheo, cuando debió ser lo primero en atender desde su arribo al poder, pues el ayuntamiento anterior le heredó una ciudad que parecía bombardeada.
Una institución bancaria aprovechó el descuido del ayuntamiento que presidió una morenista, para promover sus sucursales afirmando que las había por todos los rumbos de la ciudad y que eran más que los baches de las calles, para facilitar el acceso a sus servicios de sus clientes.
El gasto que el actual ayuntamiento panista hizo en estatuas de algunos personajes famosos de esta capital, para adornar algunas avenidas y parques públicos, totalmente innecesarios y absurdos, fue casi millonaria y no tienen ni tendrán ningún beneficio social.
El pretender quitar los puestos de periódicos que desde hace años están instalados en los portales y algunas calles del centro, ha caído mal en muchos sectores. Lo ideal sería el diálogo entre los propietarios de esos puestos y las autoridades para llegar a acuerdos, pero eso de quitar porque se ven feos, solo responde a la idea muy panista, de hacer obras y tomar medidas para que las ciudades o los pueblos que gobierna, se vean bonitos.
Esa idea fue la que prevaleció durante el gobierno de don Luis Eduardo del Sagrado Corazón de Jesús Paredes y Moctezuma y del alcalde y gobernador al mismo tiempo, don Rafael Moreno Valle Rosas, panistas ambos, con todo el desbarajuste que hicieron en la bella ciudad colonial que es Puebla, que ahora tiene puentes elevados y vistosos, que han venido a complicar el tránsito vehicular y ciclopistas que nadie ocupa, pero que costaron más de 600 millones de pesos y son elevadas, algo insólito, según los especialistas, pues en todo el mundo son a flor de tierra.
EL CLAMOR POPULAR DE QUE LAS AUTORIDADES municipales vuelvan a tener bajo su control el servicio de agua potable, no ha sido atendido y la empresa privada que tiene la concesión ha tenido que bajar sus exigencias a los usuarios ante las protestas.
El paso de empresa pública-municipal a empresa privada, fue autorizado por el primer gobierno de Eduardo Rivera Pérez, por órdenes directas del gobernador y auténtico presidente municipal, Rafael Moreno Valle Rosas.
También el servicio público de alumbrado, sigue en manos de una empresa privada y los ciudadanos capitalinos aportan para su pago.
Funcionan ya los parquímetros en el centro histórico, algo que es aceptado bajo protesta, por los usuarios, sobre todo porque no gusta el sistema de cobro y por las elevadas multas que se aplican a los usuarios que no pagan, precisamente por lo complicado que resulta pagar.
Se dice incluso, que esos pagos son para financiar la precampaña de “Lalo”.
SOLO EL PARTIDO DE LA REVOLUCION DEMORATICA de Puebla, está haciendo un esfuerzo para rehabilitarse y crecer un poco en la entidad.
Su dirigente estatal, Carlos Martínez Amador, está recorriendo al estado para tomar protesta, no a comités municipales, sino a pequeños grupos de militantes que aceptan ser coordinadores municipales.
El fin de semana que acaba de pasar, le tocó a Libres, municipio de la parte oriental de la entidad. Ahí, don Carlos lanzó un mensaje a los ciudadanos que tímidamente se acercan al PRD para buscar alguna posición dentro de su municipio, afirmando que no se trata de hacer la guerra entre buenos y malos, sino una forma diferente de ver al país, “porque no nos gusta la imposición, ni la militarización, ni la politización. Podemos tener un mejor país, si todos los mexicanos (y todos son todos, mujeres, hombres, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad) PARTICIPAMOS EN POLÍTICA. No venimos para ganar espacios en el gobierno, sino para impulsar a los mejores ciudadanos, honestos, interesados por resolver los problemas de su pueblo, de su municipio, del estado y del país. Queremos impulsar a gente con proyecto, que puedan hacer un buen gobierno”.
Hasta donde sabemos, solo don Carlos Martínez Amador, es el dirigente partidista que anda interesado en fortalecer a su partido. Los demás están a dos años de las elecciones para renovar presidente, gobernador, diputados, senadores y presidentes municipales y no se mueven, parecen estar contentos con su posición de partidos coleros, siempre buscando alianzas para no perder su registro.