Gabriel Sánchez Andraca
El dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo, en plática con columnistas, habló de un proyecto para fortalecer al partido Revolucionario Institucional en la entidad, sobre bases reales: Está plenamente consciente de que no es el mejor momento para su partido y que no es posible pretender regresar al pasado, pero el PRI tiene los elementos humanos e ideológicos, para convertirse en un tiempo razonable, en una fuerza política importante, señaló.
Se está trabajando ya en su reestructuración desde los comités municipales. De los 217 municipios que tiene Puebla, ya tiene reestructurados 200.
Al respecto hay que señalar, que el priismo siempre fue el partido mejor estructurado y organizado no solo del país, sino de toda América Latina y de ahí la fortaleza que tuvo durante casi un siglo, dominando desde la más humilde junta auxiliar, hasta la presidencia de la república.
Aquí en Puebla, aun en esta etapa de debilitamiento del partido tricolor, sigue contando con la preferencia en municipios pequeños y por eso gobierna al mayor número de entidades municipales, aunque las más importantes están gobernadas por Morena y la capital por la alianza PRI, PAN, PRD, aunque en realidad el gobierno municipal de la ciudad está presidido por un panista y sigue los lineamientos panistas.
Néstor Camarillo, habló de la próxima reorganización de sus comités seccionales, que contribuyen a fortalecer toda la estructura priista.
SE BUSCA YA A LOS MEJORES ELEMENTOS, NO solo a los más honestos, sino a los que han trabajado políticamente en beneficio del pueblo, de las organizaciones populares, recordó que su partido fue el primero que manifestó su preocupación por los sectores campesino, obrero y popular, para que sean candidatos a presidencias municipales y diputaciones federales y estatales, que estarán en juego en el 2024.
“Nuestra intención es lograr hacer del PRI, un partido fuerte, bien estructurado y organizado que pueda competir con Morena o con cualquier otra organización política, en la lucha por los puestos de elección popular, no solo con buenos candidatos, sino con proyectos y programas que beneficien a las clases más necesitadas, como se hacía antes”.
“Fueron gobiernos priistas los que lograron hacer de México un país moderno instituyendo la educación popular, gratuita y laica; el servicio de salud para todos, la seguridad social, estableciendo legalmente los derechos de los trabajadores; repartiendo la tierra entre los campesinos y garantizar la autonomía del país en materia alimentaria y energética”.
Sí, pero les llegó el neoliberalismo y se sometieron a él con las consecuencias que estamos viendo, se le dijo y él lo aceptó tácitamente.
Aceptó que hay necesidad de difundir entre militantes y entre la ciudadanía en general, cuales son los ideales del partido que surgió de la Revolución Mexicana de 1910, considerada como la primera revolución social del mundo.
Fue una plática cordial en la que se evitó caer en discusiones ideológicas.
Habló de sus aspiraciones como militante priista y de su vocación política desde su adolescencia.
Fue presidente municipal de su pueblo, Quecholac, lugar donde están sepultados los restos de los primeros soldados mexicanos entrenados militarmente por Mariano Matamoros, en Izúcar, y que además fueron los primeros soldados mexicanos uniformados, que se enfrentaron en los llanos de Tecamachalco a un recién desembarcado ejército español en Veracruz.
Fue la primera batalla de ese regimiento mexicano, que algunos historiadores consideran el inició de la formación del Ejercito Nacional, en la que hubo más de cuatrocientos fallecidos, entre mexicanos y españoles, a los que se le dio cristiana sepultura en el templo colonial de Quecholac, por órdenes de Mariano Matamos.
Se hicieron zanjas, dentro del templo, que debilitaron los muros y con el tiempo, se derrumbó la bóveda. Las ruinas siguen ahí y los cadáveres de los soldados mexicanos y españoles muertos, también.
Pues de ese municipio fue presidente el ahora dirigente del PRI en el estado, cuando apenas rebasaba los 20 años de edad.
SUS PLANES SON BUENOS Y REALISTAS, QUE requerirán un trabajo duro y disciplinado y la comprensión de los líderes nacionales de su partido, que no siempre son comprensivos.
Está demostrado que el Estado de Puebla es una entidad con habitantes que a lo largo de la historia nacional, se han manifestado por el liberalismo. Lo mismo en la guerra de Independencia, que en la guerra de Reforma y en la Revolución de 1910.
La capital del estado, por el contrario, siempre tuvo un fuerte grupo conservador, que se opuso a todos los movimientos libertarios del país.
Pero ese grupo conservador sufrió un fuerte descalabro en los años sesenta y setenta, durante el conflicto surgido en la UAP en 1961 y las cosas cambiaron también aquí.
Como decimos líneas arriba, el trabajo que espera a los dirigentes priistas que encabeza Néstor Camarillo, será duro y no fácil, pero también es necesario emprenderlo. Ni PRI, ni PAN deben desaparecer. Son partidos históricos que representan a las dos corrientes que durante el siglo XIX lucharon por la construcción de este país, de acuerdo a sus respectivas ideologías.