Gabriel Sánchez Andraca
La desaparición de de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Gro, “Raúl Isidro Burgos”, ocurrida hace algunos años y aún no aclarada, propició un movimiento de los padres de los estudiantes que se hizo viral en el mundo y con ello el nombre de la escuela, que pertenece a un maestro egresado de la Escuela Nacional de Maestros de la ciudad de México, que desde su titulación como maestro de primaria, estuvo comprometido con la educación rural y de las clases marginadas.
En 1930 fue director de la Normal Rural que ahora lleva su nombre, el segundo director de esa institución y desde ahí impulsó y transformó la educación rural en México haciendo de los egresados de las escuelas rurales, que llegaron a ser 36 en el país, en los tiempos de los primeros gobiernos revolucionarios, principalmente el de Lázaro Cárdenas.
De esas escuelas creadas en los años treinta, quedan solo 14, entre ellas la de Atyozinapa, y la normal rural para mujeres Carmen Serdán, que funciona en Tlatlauqui, Puebla, y de la que el propio profesor Burgos fue un gran impulsor para su creación.
Isidro Burgos, trabajó en varios pueblos de la sierra norte de Puebla y realizó una labor tan importante que una escuela primaria de esa región, lleva su nombre.
Su idea de las normales rurales, era que formaran maestros comprometidos con los pueblos marginados del campo y colonias de las ciudades. En Ayotzinapa se formaron mentores como Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, que no dudaron en convertirse en guerrilleros para luchar por los derechos de los campesinos de las zonas de mayor marginación en Guerrero y en esa misma escuela inició sus estudios el maestro Othón Salazar, creador en la ciudad de México del Movimiento Magisterial, que junto con los ferrocarrileros, paralizó a la capital del país, en los tiempos del presidente Ruiz Cortines, en busca de mejoras a sus condiciones de trabajadores asalariados.
Por eso y algunas otras cosas, el gobierno emprendió una campaña para cerrar a las instituciones de este tipo y logró el cierre de más de veinte. Ni Ayotzinapa, en Guerrero, ni Tlatauqui, en Puebla, cedieron a las presiones oficiales y siguen existiendo y resistiendo.
El motivo de este breve relato, es porque el día de hoy, 21 de junio, el profesor Raúl Isidro Burgos, un gran personaje para el mundo educativo rural de México y cuyo nombre ha sonado en los últimos años en muchas naciones del mundo, por lo que dijimos al inicio de este recuerdo sobre su obra, se cumplen 132 años de su nacimiento.
UN COMUNICADO DE LA DIRIGENCIA ESTATAL DEL PRI, habla del apoyo que los dirigentes locales y municipales priistas del estado, las autoridades municipales con ayuntamientos panistas, los diputados locales y federales del partido tricolor, brindan a su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, por los ataques de que ha sido objeto, “por parte de Morena y del gobierno federal”, según ellos.
Lo que nosotros observamos es que el descontento es de las bases que aún le quedan al partido tricolor, heredero de la Revolución Mexicana, es real y que los ex dirigentes de ese partido han percibido y actuado en consecuencia, al demandarle al dirigente nacional su renuncia al cargo.
Ya hemos comentado aquí, que con mirada imparcial, se ve al PRI, como un partido que ha perdido todo: ideología, estructura, organización interna. Unidad y de pilón se ha aliado con el que ha sido su contrincante desde que este país es independiente, al PAN, heredero de los conservadores y reaccionarios de los siglos XIX y primeros años del XX, enemigos de todo lo que México logró en la Independencia, en la Reforma y en la Revolución Mexicana. El PRI de ser ejemplo de liberalismo para los países hermanos de América Latina, ha evolucionado retroactivamente y ser ahora un partido de derecha.
La culpa no es ni de Morena, ni del gobierno federal, sino de quienes dirigieron al partido de la Revolución desde los sexenios de Díaz Ordaz hasta Peña Nieto. El PRI es la tercera fuerza política del país, después de haber sido la primera en todo durante casi un siglo.
ANA PAULA ACEVEDO NEGRETE, ES UNA ESTUDIANTE de la BUAP, a punto de terminar su carrera de Ciencias Biológicas, que está entre las cien ganadoras de una beca para ir al Gap Summit, en Inglaterra, entre quinientas participantes.
Ya había ganado un premio del Gobierno del Estado instituido para estimular a estudiantes destacados de instituciones de educación superior, mismo que le fue entregado el 25 de mayo de este año por el Congreso del Estado.
Por lo que se refiere a la beca obtenida en el Reino Unido, se tuvo en cuenta su emprendimiento, liderazgo y méritos académicos. Esta beca fue creada por la Universidad de Cambridge del país europeo.