Gabriel Sánchez Andraca
Los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional, que representan las dos corrientes políticas, liberal y conservadora, que desde la Independencia han forjado a esta nación y que desde el siglo XIX, fueron adversarios y ahora son aliados, salieron a las calles a “defender la democracia”, pese a que en su interior, como partidos políticos nacionales, nunca han sido democráticos.
Al finalizar la revolución de 1910, los revolucionarios lucharon entre sí por posiciones de poder y fue hasta la creación del partido Nacional Revolucionario, en los tiempos del general Plutarco Elías Calles, cuando el movimiento armado que sacó del poder a los grupos porfiristas, lo asumió plenamente, pero su trabajo organizado en favor de las clases sociales menos favorecidas, empezó a realizarse en los años treinta en el gobierno de Lázaro Cárdenas.
La política social del cardenismo que estableció derechos para los trabajadores del campo y la ciudad, no gustó a las clases acomodadas y empezó una lucha sorda contra ese régimen que había establecido la jornada de trabajo de ocho horas, el salario mínimo, el reparto de tierras en el campo, la educación laica y gratuita, en fin….Y el sector conservador de la sociedad finalmente, en 1939, fundó el Partido Acción Nacional, para combatir esa política cardenista.
La política social de la Revolución siguió su curso y en los años setenta del siglo veinte, había logrado hacer de México un país moderno, con un amplio sistema educativo que permitía el acceso a cientos de miles de niños y jóvenes a las escuelas desde jardín de niños hasta cursar carreras medias y superiores. Como consecuencia de eso, surgió una clase media fuerte y nuestro país fue visto como ejemplo en toda América Latina.
Llegó el remolino del neoliberalismo y el partido que logró los más importantes cambios en el país cambió totalmente y de un partido revolucionario y popular, se convirtió en un partido derechista, en el que privó la antidemocracia, los grupos de poder que solo dejaban pasar a puestos importantes del gobierno o a los puestos de elección popular, a miembros de pequeños grupos privilegiados.
Surgió el descontento en las filas tricolores y empezó la debacle priista, hasta su derrumbe total en el 2018.
ACCION NACIONAL TIENE OTRA HISTORIA. Los conservadores siempre han sido de derecha y de extrema derecha. La lucha de Acción Nacional, siempre fue contra el partido de la Revolución por representar el laicismo, la educación popular laica y gratuita, contra el reparto de tierra a los campesinos, que no sabrían cultivarla, según ellos, por su atraso cultural.
Los integrantes del PAN, eran grupos selectos. Para ser un militante panista, deberían pasar como aspirantes, cinco años en una especie de noviciado, como el que se emplea en los conventos para aceptar a una aspirante a monja. Presumían de no ser un partido de masas, sino de grupos bien capacitados, no para la lucha social, sino política. Ellos nunca han pensado en trabajar para lograr la igualdad en una sociedad que fue calificada por el barón de Humboldt, en el siglo XIX, cuando todavía éramos la Nueva España, como el país más desigual de todos los que había visitado.
Y AL FINAL, EL PAN ACABO SIENDO PROPIEDAD de grupos empresariales, que a raíz de la nacionalización de la banca por José López Portillo, invadieron a Acción Nacional y lo utilizaron como franquicia comercial, para luchar contra el PRI y llegar al poder para conformar una sociedad en la que los “machuchones” fueran los empresarios; los profesionistas universitarios, sus operadores, y el pueblo en general, pues los nacidos para callar y obedecer, como en tiempos de la Colonia.”
Vicente Fox llegó al poder en el año 2000 y fue una elección mayoritaria que incluyó mayoría calificada en el Congreso de la Unión. ¿Y qué pasó? Que el presidente fue un soberano fracaso, una decepción para todos y a la mitad de su sexenio, perdió cincuenta escaños en la Cámara de Diputados.
Al final de su sexenio, la economía se había desplomado y el número de desempleados había crecido tanto, que su sucesor, otro de los “genios panistas” se asumió, cuando llegó al poder, como “el presidente del empleo” lo que resultó una pesada broma, pues en un año de su gobierno, Haití, el país más pobre y atrasado de América Latina, había tenido un crecimiento, superior al de nuestro país.
LA DEMOCRACIA PANISTA SE DEMOSTRÓ DURANTE el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas; creó dentro del PAN, un partido morenovallista conformado por ex priistas, amigos suyos, a quienes les entregó puestos de elección popular y prebendas de otro tipo, entre ellos la dirigencia del partido azul en la entidad.
Los panistas auténticos o los de la primera ola de neo-panistas, salieron huyendo del estado y durante todo el sexenio, no asomaron la cabeza para nada.
LA PREGUNTA SERÍA ¿CUAL ES LA DEMOCRACIA? que salieron a defender el pasado domingo los priistas y panistas. Ambos partidos son ejemplo de antidemocracia, de corrupción y de ineficiencia. El PRI fue un buen partido en su etapa revolucionaria y social; el PAN es un ejemplo del fracaso del conservadurismo al frente de los destinos del país y nunca ha sido democrático.