Gabriel Sánchez Andraca
Al mediodía del pasado jueves, entre 15 y 20 mil poblanos de varias regiones del Estado, se concentraron en la unidad deportiva de Izúcar de Matamoros, el centro comercial más importante de la región mixteca de la entidad, para aclamar y aplaudir, con inusitado entusiasmo, a Claudia Sheinbaum, aspirante a la candidatura de Morena a la Presidencia de la República.
¿Hubo acarreo, como dice otro aspirante de Morena, el ex canciller Marcelo Ebrard? No lo podemos negar, ni tampoco afirmar. Lo cierto es que el comportamiento de los presentes, pertenecientes a todas las clases sociales, no fue el que era tradicional en los actos priistas de antaño, donde el acarreo prevalecía en todos sus actos. La actitud de los acarreados priistas, era de gente silenciosa, que no gritaba vivas con el entusiasmo prevaleciente en la reunión del jueves, ni tampoco aplaudía con el vigor que se notó en los aplausos de público asistente.
La ex jefa de gobierno de la ciudad de México, estaba feliz. En su discurso se refirió al ex presidente municipal de Izúcar (lo fue primero por el PRD y después por Morena) y ex secretario de Educación del Estado, a quien llamó “viejo compañero de luchas, lo que provocó un cariñoso aplauso de los presentes para el maestro Melitón Lozano, que dejó la presidencia municipal para aceptar su designación como Secretario de Educación del Estado, cargo al que renunció por intrigas palaciegas.
Varias veces fue interrumpida por los entusiastas aplausos de la multitud, la aspirante a la candidatura presidencial de Morena. Ofreció continuar trabajando intensamente para consolidar los logros alcanzados por el gobierno del Presidente López Obrador, en el combate a la corrupción y a la impunidad y en el desarrollo autónomo de nuestro país, para lograr los niveles de bienestar a que aspiramos todos los mexicanos, sin discriminaciones, sin distinciones de ningún tipo.
Las mujeres de la mixteca, de la región de Atlixco y de municipios del centro de la entidad y de otras regiones, se veían transformadas al hablar con la precandidata a quien le exponían sus problemas, los problemas de sus pueblos, sus carencias y preocupaciones. La inseguridad y la criminalidad, continuarán disminuyendo, dijo la aspirante a la candidatura presidencial. Pidió la unidad de todos y exhortó a los militantes de Morena a mantenerse unidos hasta el final.
Hubo muchos ex funcionarios municipales y estatales que abandonaron al PRI para pasarse a Morena desde hace algún tiempo, y también hubo priistas que parecían dispuestos a emigrar hace el partido guinda, si se les ofrecía alguna posición interesante, pues los miembros del partido tricolor, se creen todos poseedores de experiencia política, lo cual no siempre es cierto, aunque hay gente valiosa con sensibilidad política y social, pero antes deberán hacer méritos en el nuevo partido mayoritario.
Estuvo presente el ingeniero Alberto Jiménez Merino, que desde hace varios meses ingresó a Morena y quien declaró que el programa de la precandidata Claudia Sheinbaum, para el medio rural coincide en mucho, con el que él ha venido desarrollando en Puebla y en otras partes, desde hace 35 años. Consideró que es un programa realista que sacará al campesinado mexicano, del atraso y el olvido en el que había estado desde los tiempos de la Colonia española. El ingeniero Merino, originario de Tecomatlán, fue recientemente candidato del PRI a la gubernatura del Estado, pero fue en la época en que el tricolor ya estaba en picada.
Solo como un dato cultural, consignaremos que se ha hablado mucho de que en toda la mixteca y en particular en la ciudad y zona de Izúcar, la inseguridad ha crecido desmesuradamente y para comprobarlo, a cinco reporteros de los medios de difusión que cubrieron el acto del jueves, entre ellos el representante del Sol de Puebla, les robaron su cartera.