Gabriel Sánchez Andraca
Este columnista tuvo una experiencia que le permite afirmar, que la vacuna contra el covid que se ha venido aplicando en todo el país y que procede de diferentes laboratorios del mundo, si es efectiva, tal ve no lo sea tanto para evitar los contagios, pero sí para salvar vidas, es decir, quien se haya vacunado y aun así da positivo en la prueba, puede tener la seguridad de que el mal no será de gravedad, sino suave, es decir, sin peligro para su existencia.
Recibí en tiempo y forma las dos dosis de la vacuna sino-vac y además, la tercera dosis, de refuerzo, que no recuerdo de que laboratorio fue y me sentía muy seguro de no contagiarme, pero cinco días después de recibir la vacuna de refuerzo, perdí el sabor de los alimentos que consumía y me sentía un poco cansado. A insistencia de uno de mis hijos fui a hacerme la prueba y resulté positivo.
No voy a negar que la noticia me impactó al principio, pero luego recapacité: puede ser efecto de la última dosis, la de refuerzo y lo mismo opinó un médico amigo mío.
Sin a pesar de ello, mi familia buscó atención especializada con una doctora que ha sido muy efectiva en atención de casos de esta enfermedad y ella me explicó: “No tiene temperatura, no tiene tos, no tiene dolor de cabeza. Sus síntomas son leves, pero hay que cuidarse y sobre todo, evitar salir a la calle pues podría ser factor de contagio. Me recomendó unas medicinas que tomé disciplinadamente, y salir lo menos posible durante siete o diez días y debo decir que cumplí con todas sus indicaciones y a los cuatro días me sentía bastante bien, pero seguí en retiro y lo bueno que me regresó el sabor de la comida, que era lo que más me atormentaba.
Ya se cumplieron los diez días, me siento bastante bien y ya me hicieron una nueva prueba que resultó negativa.
La vacuna tal vez tenga algunas limitaciones, pues hay que tener en cuenta que en todos los países que la producen se realizaron experimentos apresurados, pues la pandemia iba creciendo muy rápidamente, pero por lo menos evita la gravedad de la enfermedad y el peligro de muerte. Yo no soy ni diabético, ni hipertenso, ni obeso, pero sí ya estoy en la tercera edad.
La nueva cepa es muy contagiosa pero menos peligrosa que la primera. Lo mejor es prevenir y no remediar. Prevéngase, vale la pena. Se lo dice, un sobreviviente.
PREVIO A LA CELEBRACION, EL DIA DE HOY, DEL día del amor y la amistad, el PRI y el PAN, los partidos que como liberal el primero y conservador el segundo, fueron adversarios a muerte en el siglo XIX, ahora, en pleno siglo XXI, se han jurado amor eterno, después de haber sido desplazados del poder por Morena, un partido conformado por ex priistas, ex panistas y ex perredistas.
Han decidido lanzar en las elecciones del 2024 para la presidencia de la República, a un candidato único, que están buscando con pinzas y al que le van a imponer un programa de gobierno alternativo: ni populismo, pues dicen que Morena es populista; ni neoliberal, lo que han sido PRI y PAN en el poder. Un programa innovador, lo que no se les ocurrió cuando disfrutaban del poder total en el país y sabían perfectamente que había ya un enorme descontento entre la población por el deterioro económico, político y social a que habían llevado a los mexicanos.
El PRI no fue populista, sino un partido revolucionario con gran vocación social qué en su etapa de gloria, logró la modernización de México y un avance importante en Educación, Salud, política obrera, desarrollo del campo, etc. Pero nadie protestó cuando se inició el cambio al neoliberalismo corrupto y depredador que padecimos desde finales de los ochenta.
El PAN, siempre ha sido y sigue siendo un partido conservador con cuya alianza el PRI logra desprestigiase más y el PRD, ¿todavía existe? Casi se pasó en masa a Morena.
Lo primero que deben hacer esos partidos en la época actual, es romper su incongruente alianza y buscar su refundación sobre nuevas bases y propuestas y sobre todo, con nuevos y auténticos líderes, que conozcan la historia de nuestro país y la historia de sus propias organizaciones políticas que representan corrientes de pensamiento muy arraigadas desde el surgimiento de la Independencia Nacional.