Gabriel Sánchez Andraca
En la sede nacional del PRI, se abrió la pasarela para los aspirantes a la candidatura presidencial para el 2024: Beatriz Paredes y Alejandro Murat, los primeros en desfilar.
Para los priistas poblanos entrevistados telefónicamente ayer, Beatriz la ex dirigente y ex gobernadora tlaxcalteca, es la preferida.
De los quince entrevistados, trece se pronunciaron por ella. Consideran muy difícil que gane la presidencia, pero con ella como candidata, el Revolucionario Institucional, podría iniciar su recomposición con miras a constituir la segunda fuerza política del país.
Varios de los entrevistados expresaron, que los priistas deben ser realistas; ningún candidato de oposición podría ganar la elección a Morena, pero con un personaje de la importancia de Beatriz, podría iniciar su reconstrucción para un mejor futuro.
EXPRESARON QUE LA EX GOBERNADORA DE TLAXCALA, tiene grades simpatías entre la militancia priista. Se trata de una mujer congruente con la ideología del partido tricolor al que dirigió con acierto y sin desviaciones ideológicas.
Además de dirigente nacional, ha sido gobernadora, diputada federal, senadora y embajadora en Brasil. Es una excelente oradora de combate. Como candidata presidencial, expresaron los entrevistados, no ganaría en estos momentos, pero lograría unificar a las dispersas fuerzas del partido para iniciar su reconstrucción.
Su participación en la contienda, sería lo mejor para el priismo nacional, pues sería el inicio de una nueva etapa del partido surgido de la Revolución Mexicana y equilibraría la política nacional.
Alejandro Murad, no está mal, pero no tiene la trayectoria ni la simpatía de Beatriz Paredes, nos dijeron.
CON SU POSTULACIÓN, ES POSIBLE QUE SE TERMINE la incongruente alianza de Vamos por México, formada por el PRI, el PAN y el PRD y de la que Acción Nacional se asume como cabeza.
Los panistas van a querer que un militante de ese partido sea el candidato presidencial de la alianza, pues creen que de veras son la segunda fuerza política del país, pero no cuentan con una figura medianamente importante para ello.
La inmensa mayoría de los panistas son totalmente desconocidos para el grueso de los electores. De los dos gobiernos nacionales que ha encabezado el PAN, no hay una figura destacada, excepción de Santiago Creel, que preside la Cámara de Diputados actualmente.
Vicente Fox, Felipe Calderón y García Luna, el ex secretario de Seguridad Nacional, preso en Estados Unidos por complicidad con el crimen organizado, son los más conocidos, pero muy lejos de ser populares o medio eficientes en su desempeño.
Pero pese a todo eso, van a insistir en que el candidato presidencial, surja de sus filas, cosa que por lo que se escucha entre los tricolores, no sería aceptado por la inmensa mayoría del que fue por 80 años, el partido mayoritario y casi único del país.
“Este es el momento de acabar con esa absurda alianza –nos dijo un priista- y dedicarnos a reconstruir a nuestra organización política sobre nuevas bases, es decir, modificar muchas de las actitudes que el priismo tuvo en los últimos años, sobre todo, su alejamiento de las clases populares y su abandono de la política social, que está establecida en nuestros documentos básicos”.
LA SEMANA PASADA COMENTAMOS AQUÍ LA FALTA de realismo que la nueva dirigencia de la Confederación Nacional Campesina, uno de los sectores básicos del priismo, expresó en reciente acto efectuado en la ciudad de México.
Uno de nuestros entrevistados ayer, cenecista, nos confirmó que la Liga de Comunidades Agrarias sí tiene oficinas en la parte baja de la sede del comité estatal del PRI, en la Diagonal Defensores de la República, pero no supo decirnos si acuden ahí pocos o muchos miembros de ese sector o solo están ahí algunos empleados para atender a quienes lleguen a solicitar algún servicio.
Lo cierto es que como sector del PRI, la CNC nacionalmente ya es un remedo de lo que fue y eso empezó desde que el Revolucionario Institucional, estaba en el poder. Como dijo un ex secretario de Agricultura y Ganadería: “Los campesinos de la CNC están organizados para votar y no para producir” y la falta de apoyos para la producción de alimentos, nos hizo dependientes alimentarios, ya que empezamos a importar alimentos como maíz, frijol, arroz, etc., y los agricultores nacionales, ante la falta de apoyos, tuvieron que emigrar como braseros al otro lado del Río Bravo.