Gabriel Sánchez Andraca
Hay una discusión absurda entre los grupos políticos del país, por el número de personas que estuvieron en el zócalo de la ciudad de México, el pasado domingo 26 del actual mes de febrero.
Los opositores al régimen de la 4-T, afirman que hubo 500 mil asistentes lo cual es una soberana mentira.
Ya desde los tiempos del priismo galopante, se había hecho un estudio para determinar cuántas personas cabían en el zócalo apretadamente y el resultado fue de 159 mil.
El pasado domingo en las tomas de televisión y en las fotos de los periódicos, aparece un zócalo lleno, pero no apretadamente lleno, sino con espacios por donde se podía transitar sin problemas. Conocedores de estos asuntos calculan que hubo poco más de 100 mil, lo cual para un acto de la derecha, constituye un éxito.
Los panistas jamás hubieran logrado una asistencia tan elevada. Su militancia es apenas superior a los 200 mil en todo el país; el PRI de los años cincuenta, cuando gobernaban Ruíz Cortines o López Mateos, sí llenaron el zócalo en varias ocasiones, aunque muchos de los asistentes eran acarreados por centrales obreras o eran traídos de la provincia, miles de campesinos.
La oposición al priismo neoliberal, cuando Cuauhtémoc Cárdenas fue candidato a la presidencia de la república, sí llenó el zócalo en varias ocasiones y luego la candidatura de López Obrador, también se llenó varias veces. El partido que logró eso fue el PRD del que ambos fueron abanderados.
En Puebla capital, la asistencia del domingo, según opinión de políticos independientes, fue inferior a la que se concentró en la primera marcha convocada por la alianza partidista PRI, PAN, PRD.
No pasaron de tres mil personas, en su mayoría de clase media acomodada, padres de familia de colegios particulares, especialmente de tipo confesional. Ni obreros, ni campesinos, ni personas de la clase media popular, se vieron en la concentración poblana.
Las manifestaciones en provincia, fueron menos que medianas. Destacaron en los estados tradicionalmente derechistas, como Guanajuato, Jalisco, Querétaro y otros.
Acción Nacional tiene su fuerza en esas entidades, y en todo el sur sureste del país, prácticamente el PAN no existe. En Guerrero se manifestarían cuando mucho, cien personas en Acapulco, en su mayor parte empleados ejecutivos y administrativos de hoteles y restaurantes, originarios, en su gran mayoría, del Distrito Federal. En Oaxaca tienen su bastión en Huajuapan de León y región mixteca nada más y así por el estilo. Bueno, el número de militantes panistas en todo el país, apenas alcanzó, en el último censo, para garantizarle su registro, menos de 300 mil.
LA PETICIÓN DEL DIRIGENTE NACIONAL DE MORENA Mario Delgado, de que se le quite el registro al PAN, por equis razones, es improcedente y además, eso no debe ser. Hemos dicho varias veces en este espacio, que las dos corrientes políticas prevalecientes en el país, desde la Independencia, han sido la liberal y la conservadora, que se han enfrentado con las armas para lograr el poder. Con el andar del tiempo, esas corrientes han terminado en PRI y PAN, pero ahora que el PRI se derechizó, han formado una alianza para derribar a Morena, que ahora representa al liberalismo progresista. Pero el conservadurismo sigue existiendo y son muchos los mexicanos que están en esa línea y tienen derecho a participar en la vida política del país, como lo tienen los liberales y los de la izquierda.