Gabriel Sánchez Andraca
El ingeniero Alberto Jiménez Merino, ex candidato a gobernador del PRI en las pasadas elecciones, será quien represente a ese partido como candidato a la diputación federal por el distrito de Acatlán, que comprende a toda la mixteca poblana.
Jorge Estefan Chidiac, que se daba por seguro para esa posición, será quien ocupe el primer lugar de las candidaturas plurinominales para el Congreso local.
A Jiménez Merino lo apoyarán, de acuerdo al convenio celebrado por los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, los tres partidos que conforman la alianza opositora “Va por México”.
Se sabe que a finales de esta semana, tal vez el domingo, el PRI de a conocer la lista de sus candidatos a diputados federales y locales, así como a presidentes municipales. El partido surgido de la Revolución Mexicana de 1910, es el único de los principales partidos nacionales, que no parece tener problemas internos tan fuertes como los que existen dentro del PAN y de Morena, cuyas oficinas estatales han sido tomadas por grupos de militantes que acusan a sus respectivas dirigencias de imponer candidatos sin tomar en consideración el trabajo realizado dentro de sus respectivos partidos, de muchos militantes.
Desde un principio la dirigente estatal (entonces con licencia) anunció que no habría democracia interna, pues sus candidatos serían designados por la el Consejo Estatal de Acción Nacional. Eso no gustó a la mayor parte de los militantes, pues era como anunciar que en todos los casos habría imposiciones.
Las designaciones se han hecho sin que la militancia panista y la opinión pública conozca las razones, cualidades cívicas o trabajo social y político de los designados. Eso ha provocado la rebelión que dio por resultado la toma de las oficinas del comité estatal por los descontentos.
Lo mismo ha ocurrido en Morena, donde se culpa al dirigente nacional del desorden que prevalece en todo el país, dentro de ese partido, por la imposición de candidatos, sin siquiera explicar las razones que se tuvieron para escogerlos.
PARA TEHUACAN, NOS INFORMAN QUE EL PRI ha dado marcha atrás en lo referente a su candidatura para la presidencia municipal. No irá Alvaro Alatriste, pues su esposa, que fue presidenta municipal en el periodo pasado, todavía no tiene claras las cuentas públicas del periodo que cubrió como primera autoridad de ese municipio.
Todo parece indicar, que la candidata priísta será Cecilia Doger, hija del ex rector de la BUAP José Dóger Corte y esposa de un empresario tehuacanero. Ambos son muy estimados en la zona.
En Tehuacán, en lo que se refiere a la elección del ayuntamiento, el PRI y el PAN no irán en alianza, cada partido lanzará a su propio candidato.
EL GOBERNADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA, AFIRMO ayer que su gobierno dará todo su respaldo al proyecto democrático del presidente López Obrador, respetando puntualmente la decisión de los electores poblanos, cuidando que ningún funcionario público, de los tres niveles de gobierno, utilicen fondos públicos para apoyar candidatos o partidos en sus respectivas campañas.
Se vigilará el estricto cumplimiento de la ley, evitando la intromisión en asuntos electorales de la delincuencia organizada y brindando protección a los candidatos de todos los partidos, para que no sean víctimas de acoso, chantajes o amenazas y agresiones de esos grupos.
LOS PROBLEMAS POLÍTICOS QUE ESTAMOS VIENDO, son culpa de la descomposición que han sufrido los partidos en Puebla y en todo el país: un partido en el poder, Morena, que tuvo todo el tiempo necesario para organizarse como un auténtico partido y no lo hizo, por negligencia, por intereses personales o de grupo o por incapacidad de sus dirigentes.
El PAN, UN PARTIDO CON OCHENTA AÑOS DE EXISTENCIA, y dos sexenios en la presidencia de la república, se descompuso a tal grado, que ahora tiene la dirigencia nacional más mediocre de su historia; a dos ex presidentes de la república, Fox y Calderón, que han abandonado a su partido y andan vegetando, políticamente hablando y tratando de justificar sus enormes yerros, que provocaron el desplome político, económico y social del país, y un PRI que llevó al poder a un grupo neoliberal, educado en los Estados Unidos, que ha sido el peor enemigo del partido de la Revolución Mexicana, pues inició su destrucción desde adentro y logró hacerlo añicos.
DEL PRD ya ni hablamos, pues existe porque nadie le ha informado, que está en terapia intensiva desde hace mucho tiempo, pero que parece no tener remedio.