PULSO POLITICO. El rompimiento PRI-PAN, casi es un hecho

Gabriel Sánchez Andraca

Con términos poco amables y casi a gritos, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, llamó al PRI traidor a la alianza Vamos México, al pronunciarse una diputada federal priista, a favor de que el Ejército siga saliendo a las calles cuando sea necesario, para combatir a la delincuencia organizada y propuso  que la Secretaría de la Defensa Nacional, incorpore hasta el 2028 y no solo hasta el 2024, a la Guardia Nacional.

La respuesta contundente vino de inmediato, no lo va a creer, del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, quien en términos enérgicos dijo que su partido, no aceptaba regaños e imposiciones ni de aliados, ni de adversarios y esas declaraciones fueron recibidas con júbilo por numerosos priistas de a pie, de aquí de Puebla.

Contrario a esto, las criticas llovieron para el senador priista y ex secretario de Gobernación en el gobierno de Peña Nieto, Miguel Angel Osorio Chong, que pidió que la diputada de su partido que se había pronunciado por la presencia del Ejército en las calles y porque la Guardia Nacional estuviera a cargo de la Secretaría de la Defensa, rectificara esa posición, que va contra la posición que los 13, sí solo 13 senadores que el Revolucionario Institucional tiene en la Cámara Alta, han tomado al respecto.

Lo anterior quiere decir, que ya hay un principio de ruptura en las filas tricolores, que podría crecer, pues son muchos los militantes del PRI, que no aceptan la alianza con el PAN, partido conservador que durante décadas ha sido el adversario más agresivo del PRI liberal.

Esto se está poniendo bueno y se verá reflejado en los resultados que se obtengan en el próximo año en las elecciones del Estado de México y en Coahuila.

UN AMIGO SIMPATIZANTE DE MORENA, RECONOCIA AYER, que los tiempos políticos han sido adelantados y que muchos de los problemas se observan entre los militantes de los diversos grupos que buscan posiciones de elección popular, se deben a ese adelanto.

Faltan dos años y medio para el cambio de poderes de la Federación y de muchos estados del país y los aspirantes a presidente de la república, a gobernadores y a presidentes municipales, parecen ya estar en campaña.

Todo esto, opinamos nosotros, es consecuencia de la descomposición de los partidos políticos, que al perder en el 2018, quedaron descontrolados y desorganizados y en vez de trabajar en reorganizarse y fortalecerse como organizaciones políticas, se dedican a la grilla interna y a la guerra sucia para debilitar a los aspirantes de su propia organización, que les estorban para lograr sus ambiciosos propósitos.

En vez de buscar su fortalecimiento y reencontrar su ideología perdida, PRI y PAN, andan hechos bolas, dedicándose solo a agredir al Presidente López Obrador y a su partido Morena y los morenistas, en lugar organizar a los miles de ciudadanos  que los siguen y educarlos políticamente para conformar un partido con cuadros bien preparados en el oficio político, sensibles a los problemas  sociales del país y con pleno conocimiento de lo que el actual gobierno se propone con la Cuarta Transformación, se dedican a la grilla y a buscar posiciones dentro del gobierno.

UNO DE LOS GRAVES PROBLEMAS QUE TIENE QUE resolver Morena, es el de muchos de sus ayuntamientos, donde prevalece no solo la corrupción, sino el nepotismo. Son numerosos los ciudadanos de interior del estado, que nos han comentado que no ven ningún cambio entre un ayuntamiento priista y uno morenista, que siguen actuando igual, abusando de sus puestos y provocando el enojo general de la población.

Ni PAN, ni PRI, ni Morena, han podido hacer algo para remediar esto, por la sencilla razón que no tienen estructura, carecen de organización y lógicamente de disciplina interna. Es urgente que los líderes de todos esos partidos, tomen conciencia de esto y tomen cartas en el asunto. Lo malo, es que los líderes partidistas, tampoco están capacitados para realizar el trabajo que sus partidos requieren. Los priistas sí tienen gente para esto, pero nadie se atreve a dar la cara.