Gabriel Sánchez Andraca
¿Romperán su alianza opositora el PRI y el PAN, por la candidatura para la renovación del ayuntamiento de esta capital? El PRI exige que ese partido sea el que designe candidato para el período 24-27, porque actualmente lo gobierna, y el alcalde Eduardo Rivera Pérez, “ha hecho un buen trabajo”.
El PRI quiere que el candidato de la oposición agrupada en la Coalición Amplia por México, salga de sus filas y ellos se comprometen, a apoyar a “Lalo” como candidato a la gubernatura.
Los dirigentes de ambos partidos parecen no estar dispuestos a ceder. Saben perfectamente que su triunfo en la capital puede ser una realidad, pero no en el Estado.
Para luchar por la alcaldía poblana, el PRI tiene al dirigente estatal Néstor Camarillo Medina, a la ex presidenta municipal actual diputada federal Blanca Alcalá Ruíz, y al empresario, ex diputado local y ex dirigente municipal priista José Chedraui Budib.
Los panistas tienen como precandidatos para la presidencia municipal de esta capital a Mario Riestra, que actualmente es diputado federal; a la eterna guerrera panista doña Ana Teresa Aranda Orozco, también diputada federal y a Carlos Montiel Solana coordinador de regidores actualmente.
LOS PANISTAS PUES, TIENEN YA AL CANDIDATO a gobernador, Eduardo Rivera Pérez, pero no quieren soltar la alcaldía capitalina y tienen su terna para designar al sucesor de “Lalo”. Los priistas más nobles, más sensatos, le dejan al PAN la candidatura a gobernador, pero quieren que la Coalición opositora, apoye a un priista para la capital. Ni más, ni menos.
Todo lo anterior ocurrió durante el segundo informe de gobierno de Rivera Pérez, efectuado en el elegante salón GNP, donde se realizan actos de postín.
AHÍ MISMO SE HIZO EL DESTAPE DE “LALO” COMO candidato a gobernador y estuvieron ni más ni menos, que doña Xochitl Gálvez, la exitosa vendedora de gelatinas que se convirtió en multimillonaria empresaria panista y ahora es candidata a la presidencia de la república; la diputada federal y ex primera dama del país, doña Margarita Zavala y nada menos, que el que dirige toda la orquesta opositora, don Claudio X González, empresario y feroz opositor al gobierno de la Cuarta Transformación.
“Si ustedes quieren, me la juego por Puebla. Voy a hacer temblar a mis opositores” dijo decidido. Y don Rafael Moreno Valle Rosas, se revolvió en su tumba.
Ya parecen lejanos los días en que don Lalo, en su primer periodo de presidente municipal, tuvo que ceder todo el poder al gobernante autoritario, que lo humilló en el primer grito de Independencia, realizado en el palacio municipal, como ha sido tradición centenaria, al sustituirlo por el entonces senador panista Javier Lozano Alarcón, a quien tuvo a su lado, en el balcón central de palacio, al dar el grito, mientras don Lalo hasta atrás, nomás levantaba su manita como diciendo, “aquí estoy”.
De hecho, Moreno Valle Rosas, lo sustituyó como autoridad municipal, haciendo y deshaciendo a su antojo y al final del trienio, lo acusó de corrupción, le exigió el pago de 25 millones de pesos y lo amenazó con meterlo a la cárcel.
Pero Rivera Pérez era un verdadero panista y Moreno Valle Rosas no. Tres mujeres panistas de alto rango dentro del partido: Josefina Vázquez Mora, ex candidata presidencial; Ana Teresa Aranda Orozco, ex secretaria de estado en el gobierno de Vicente Fox y una ex secretaria general del PAN, de cuyo nombre no puedo acordarme, exigieron en forma enérgica, que no se tocara a Eduardo Rivera y no solo no fue tocado, sino que se le hizo candidato nuevamente para la alcaldía, llevando como candidata a la gubernatura a la esposa del mandatario saliente, doña Erika Alonso.
EL ACTO DEL SEGUNDO INFORME DEL ALCALDE, estuvo bien organizado. Hubo como cinco mil asistentes, según fuentes confiables, pues estuvieron todos los empleados del municipio, incluyendo las naranjitas y personas de diversas colonias beneficiadas por el trabajo de las autoridades municipales.
Xochitl le levantó la mano al alcalde, junto con la ex primera dama Margarita Zavala, en señal de triunfo.
EN LA OTRA ESQUINA, CORREN LOS RUMORES, comunes en toda lucha política, pero nada serio que indique que vaya a violentarse el proceso que ha estado en marcha desde hace meses. Hacerlo, sería decepcionante para morenistas y simpatizantes de la 4-T, ¿no cree usted?