PULSO POLITICO. El golpe blando…..

Gabriel Sánchez Andraca

 

Acertó nuestro amigo el académico y escritor de la BUAP Humberto Sotelo, al escribir “El Golpe Blando”, que pone al descubierto las intenciones de la derecha mexicana para poner fin a un gobierno que combate a la corrupción, que tiene preferencia por los pobres y cuya intención, pregonada desde la campaña de López Obrador en busca de la Presidencia de la República, era la de desmantelar al sistema neoliberal cuyo fracaso quedó evidenciado al hacer más ricos a los ricos y empobrecer más a los pobres y a las clases medias populares.

Un golpe duro en México, no sería posible, pues el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, ya habían tomado conciencia de que su deber era servir al país, al margen de cuestiones políticas, siendo leales al gobierno fuera del partido que fuera. Incluso el Presidente al inicio de su gobierno, desapareció al Estado Mayor Presidencial, que era en realidad un ejército dentro del Ejército Nacional, con mayor capacidad de fuego, para defender al Presidente en caso de una rebelión castrense.

Y es que en la época postrevolucionaria, muchos jefes revolucionarios intentaron tomar el poder para beneficio de los diferentes grupos que se formaron después de la lucha armada. Eso ya no era viable, no solo por la presencia del Estado Mayor Presidencial, sino porque los jefes y oficiales de nuestra fuerzas armadas, eran militares de otro tipo: profesionales preparados para defender la soberanía nacional y no para andar armando revueltas contra el gobierno legalmente constituido.

El golpe blando podía venir del Instituto Nacional Electoral, INE, o del Poder Judicial, (Suprema Corte de Justicia) como ha quedado de manifiesto.

Dos organismos autónomos, no electos por el pueblo, sino impuestos por los poderosos políticos y de antes y por los representantes de las fuerzas económicas privadas, aliadas de los primeros.

Consejeros integrantes del INE y ministros de la Suprema Corte, fueron los únicos que se ampararon ante el mandato constitucional de que no debían ganar más que el Presidente. Y empezaron a tomar actitudes de rebeldía contra las disposiciones presidenciales a quien incluso empezaron a cuestionar.

FUERON UTILIZADOS POR LOS OPOSITORES DE la derecha, para socavar al gobierno de la Cuarta Transformación, como se aprovecha a la mayor parte de los medios de comunicación.

Sus campañas de: “El INE no se toca” y  “La Corte no se toca”, no les han dado los resultados que esperaban, pues el pueblo, concientizado por el propio Presidente a través de sus conferencias mañaneras, lo han evitado.

El conservadurismo, la derecha conservadora, siempre han existido en México, desde la época de la Independencia y en algunos estados del país, tienen muchos seguidores, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, parte de Michoacán, pero nunca han superado a los liberales, a las corrientes progresistas o de izquierda.

Hay entidades, Oaxaca, Guerrero, Tabasco, Sonora, etc., donde constituyen una evidente minoría. Y en general en el país, los conservadores han sido grupos minoritarios pero muchas veces ruidosos.

EL GOBIERNO FEDERAL LOGRO EVITAR EL AVANCE derechista en el Instituto Nacional Electoral, que además tenía un presupuesto multimillonario que hacía que las elecciones en nuestro país, fueran las más caras del mundo, empezando por el sueldo de sus integrantes.

Ahora se está enfrentando a la Suprema Corte, algunos de cuyos integrantes ya se creen con capacidad de parar obras de beneficio colectivo, llevadas a cabo por disposición del Jefe del Ejecutivo, nada más, para estorbar la labor gubernamental.

Con esa actitud los que se desprestigian son ellos, pues demuestran que lo que menos les importa es el avance del país, el bienestar de sus habitantes y solo quieren mantener sus elevados ingresos y los privilegios lujosos de que gozan como ministros de un poder cuyos integrantes son electos por los sectores más poderosos económica y políticamente de este país.

Hay que leer el libro de Humberto Sotelo.