PULSO POLITICO. El Frente Amplio: revoltijo que nadie entiende

Gabriel Sánchez Andraca

 

Lo único que está claro en el Frente Amplio Va por México, que formaron el PRI, el PAN y el PRD, es que su propuesta es volver al pasado reciente de corrupción, ineficiencia, entrega de las riquezas naturales al capital privado nacional y extranjero y abandonar a su suerte a obreros, campesinos y clases medias populares.

 

La senadora priista Beatriz Paredes, es sin duda la aspirante más fuerte del PRI a la candidatura presidencial y a ella le sorprende que la senadora panista Xochitl Gálvez sea la candidata del PAN para encabezar la lucha del Frente Amplio, por la presidencia de la república, pues la sociedad, dice, exige seriedad y ella va a actuar. Y eso es cierto: en toda la carrera política de la senadora hidalguense, su fuerte ha sido hacer teatro, desde presentarse como indígena, hasta su más reciente afirmación, que de niña fue vendedora de gelatinas.

Ya en su carrera como aspirante a la candidatura presidencial, se presentó con ropa estrafalaria, como ciclista; ya empleó palabras muy usuales pero consideradas groserías por toda la gente, en sus presentaciones, como las empezó a emplear desde sus inicios en los tiempos de Vicente Fox, de quien fue funcionaria.

Los opositores saben que no van a ganar las próximas elecciones, pero quieren como su representante Xochitl, restar seriedad, desprestigiar la actividad política y que el gran público desprecie a sus gobernantes y a los políticos en general.

Colocan a José Angel Gurría como el director del Proyecto de Nación, del Frente Amplio. El señor Angel Gurría es conocido desde sus tiempos de secretario de Hacienda, en los tiempos de Salinas, como “el Angel de la dependencia” por su tendencia a ser un peón de los Estados Unidos en el manejo de la economía mexicana. Lo que se olvida, es que al firmarse el Tratado de Libre Comercio, con la vecina nación del norte, ese señor afirmó en forma contundente: “El mexicano que no sepa hablar inglés, de hoy en adelante, estará perdido”, El pues tenía un proyecto de entrega total a nuestro poderoso vecino.

El panista Santiago Creel, salió llorando del acto en el que le dijeron que no sería la propuesta del PAN para la candidatura de la Coalición, a la presidencia de la república y los aspirantes más serios del PRI y del PAN, se han retirado e incluso han renunciado al PRI, su partido de origen, los más congruentes.

NI EL PRI, NI EL PAN, VAN A DESAPARECER DEL panorama político del país. Son los partidos históricos, tradicionales, que han participados en las grandes luchas de nuestra nación desde la Independencia, la Reforma y la Revolución. La izquierda en nuestro país surgió en forma clandestina en los primeros años del siglo XX y fue reconocida como partido político por el gobierno de Luis Echeverría, mediante un convenio con sus dirigentes para que participara con candidato propio, en la elección de presidente, pues López Portillo, el candidato priista, estaba solo en la contienda, pues ningún otro partido había registrado candidato. No era conveniente, que en una democracia, como simulaba ser nuestro país, hubiera un candidato sin opositor al frente.

NADA DE LO QUE ESTA OCURRIENDO DEBE asustarnos: nuestro país está enfrascado en un cambio de régimen, pues el neoliberalismo que prevaleció durante treinta años, no dio ningún resultado positivo para convertirnos en una sociedad más justa, menos desigual, por el contrario, llegamos a extremos de pobreza y desigualdad, que nos acercaban a los tiempos de la Colonia española.

La población en su inmensa mayoría, estaba desesperada y para ser dueños de nuestro destino, al pueblo de México solo le quedaban dos caminos: la revolución armada o la revolución pacífica.

Optó por la revolución pacífica y en eso estamos y en los primeros cinco años de que se inició, se han alcanzado logros importantes, que ya no nos podrán volver atrás. Los priistas y los panistas conscientes de la realdad, que los hay, lo saben.

Ambos partidos históricos como hemos dicho, ya no volverán a ser lo que en un tiempo fueron y como muchos empresarios corruptos (no todos lo son) quieren seguir haciendo grandes negocios con políticos en el poder, quieren seguir gozando de exención de impuestos y seguir pagando sueldo de hambre a sus trabajadores, sin otorgarles ninguna prestación. El pueblo ha tomado consciencia de esto y no lo volverá a permitir. Al tiempo