Gabriel Sánchez Andraca
Pensar que porque en el Estado de México ganó una mujer la gubernatura de ese Estado, en Puebla puede ocurrir lo mismo, es un infantilismo político.
Las condiciones de una entidad a otra son completamente distintas; el grado de desarrollo político de los mexiquenses es diferente al de los poblanos.
El partido Morena, carece de cuadros femeniles bien entrenados, bien capacitados, con pleno conocimiento de la entidad y sus problemas como para alcanzar en este momento, como ocurrió en la entidad mexiquense, la gubernatura.
También en Puebla, como en todos los estados del país, hay mujeres con capacidad intelectual suficiente para aspirar a un cargo público y desempeñarlo con honradez y eficiencia, pero les falta capacitación para eso. Los candidatos exitosos para ocupar cargos del tamaño de una gubernatura, requieren oficio, es decir, tener carrera dentro del servicio público, en la que hayan demostrado tener sensibilidad política, sensibilidad social y eficiencia en el desempeño de los cargos que hayan ocupado.
El caso de Claudia Rivera, la ex presidenta municipal surgida de Morena, es un ejemplo de lo que acabamos de decir. Sin oficio político llegó a ocupar la presidencia de la capital del estado y le quedó grande el puesto.
Ya en su campaña había dado muestras de su falta de sensibilidad. Un grupo de periodistas, desayunábamos con una candidata de Morena a una diputación local y salía la candidata a la presidencia municipal y quiso “saludarnos” y su saludo empezó con amenazas de no tener convenios de publicidad con ningún medio y de no dar “sobres amarillos”; “esos que ustedes llaman chayotes”, dijo.
Un compañero le respondió airado a sus insensatas amenazas y ella quedó como confundida. Unos días después, en el mismo restaurant y en otro desayuno político, llegó para disculparse.
Como presidenta municipal fue un fracaso y sus intenciones de ser candidata a la gubernatura, no fueron tomadas en cuenta por su partido.
EN VARIAS OCASIONES HEMOS COMENTADO AQUÍ las palabras que el fundador del PAN, don Manuel Gómez Morín, dijo en 1939, hace más de ochenta años: “Los partidos, deben ser escuelas de política”. Un sabio consejo, que ningún partido ha tomado en cuenta. Bueno, el PAN cree que como recibe o recibía a jóvenes egresados de las escuelas confesionales, ya estaban capacitados, pues para ellos la religión católica era la base de la política que debían seguir los gobiernos municipales, estatales y nacionales.
Esa actitud ha sido la causa de su fracaso y de su desprestigio políticamente hablando. Aunque el PAN gobierna a cinco estados del país, su presencia es fuerte solo en las entidades de fuerte influencia colonial, como Guanajuato, Jalisco, Querétaro, parte de Michoacán, Aguascalientes. En Puebla tiene seguidores solo en la capital, pero en la provincia ha obtenido triunfos circunstanciales en Tehuacán, Texmelucan, Teziutlán y algunos otros municipios, que se derrumban si los candidatos del PRI o de otros partidos, no gustan a los ciudadanos, es decir, no se vota por el partido, sino por los candidatos.
Dependerá del trabajo que Morena realice en el futuro, preparando cuadros masculinos y femeninos para tener a gente capaz de aspirar a cargos públicos importantes, si esto se logra en el corto o mediano plazo.
El trabajo que ha venido desarrollando la secretaria de Economía del Estado, doña Olivia Salomón, ha sido de gran importancia para el avance de Puebla. Ella además tiene gran sensibilidad social y podría aspirar a ser candidata a la presidencia municipal de Puebla y más adelante, tal vez a la gubernatura y puede haber otros elementos femeninos que bien orientados podrían llegar a formar una importante reserva de candidatos a ocupar posiciones importantes dentro de los gobiernos municipales, en el Congreso local, como candidatos a diputados federales y hasta senadurías. Es cosa de trabajar en su capacitación y esperar.
Por actuar precipitadamente y sin previa preparación y además, sin organización, muchos ayuntamientos de Puebla en manos de morenistas, han sido un fracaso y constituyen el talón de Aquiles para el partido gobernante. A Morena le falta incluso, capacitación política a sus dirigentes.