Gabriel Sánchez Andraca
Ayer platicamos con un viejo amigo, priista cenecista radicado en Tehuacán desde hace muchos años, región en la que llevó a cabo un trabajo importante dentro de la dirigencia de la Confederación Nacional Campesina, CNC, y del propio Partido Revolucionario Institucional. Es el profesor José Luis Trejo Márquez.
Lo que nos contó nos convencieron, a otros amigos y a mí, que dentro del priismo, aunque no de la mayor parte de sus dirigentes, hay personas que conocen y están convencidas de que la situación del partido que durante casi 80 años gobernó en forma total en este país, es dramática y parece no tener remedio y menos con su actual dirigencia nacional.
Los tres pilares del PRI, sectores campesino, obrero y popular, están desaparecidos. En Puebla concretamente ya no tienen ninguna presencia. Sus oficinas en la capital del Estado y en las cabeceras municipales y distritales han desaparecido; pero lo mismo ocurre con el sector popular, CNOP, que agrupaba a las clases medias; pequeños comerciantes, pequeños y medianos industriales, artesanos, maestros, empleados del gobierno y de instituciones como el IMSS, el ISSSTE, profesionistas independientes, locatarios de los mercados, en fin…hasta comerciantes e industriales importantes, tampoco existe ya.
El sector obrero, que se agrupaba en las centrales FROC-CROC. CROM y CTM, abandonó el priismo. En la FROC-CROC, sus miembros tienen toda la libertad de adherirse al partido que quieran; la CROM es una central obrera que tenía su fuerza en Atlixco, Cholula, Tehuacán, Texmelucan y algunas otras regiones, está desaparecida. Políticamente ya no representa nada.
La CTM, es la única que le queda al PRI como la representación del sector obrero, pero el apoyo de esta central al partido tricolor, dejó de ser el apoyo masivo y total de otros tiempos, cuando a esta central la capitaneaban a nivel nacional don Fidel Velázquez y a nivel local, don Blas Chumacero, hombres de avanzada edad, pero combativos hasta el final.
El PRI pues, se quedó sin sus tres pilares, que además, representaban lo que el partido surgido de la Revolución de 1910 se proponía ser: un partido representante de las clases populares de México, hacia las que dirigió, sobre todo en las décadas de los años 30, 40 y 50, sus principales acciones de gobierno.
La caída del priismo se inició con el gobierno de Carlos Salinas y culminó con el de Peña Nieto, habiendo tenido un periodo de 12 años, que el propio PRI entregó el poder al PAN, acatando compromisos hechos con los Estados Unidos, de conformar un país a su imagen y semejanza: una democracia basada en dos partidos derechistas que se alternaran en el poder y que llevaran adelante la política económica neoliberal. Lo que se pretendía era que México fuera aportadora de mano de obra barata, para las grandes empresas estadounidenses y que resolviera aquí los problemas económicos y sociales que surgieran de la imposición de esa política económica injusta, sin responsabilidad social y que las empresas maquiladoras que se establecieran en nuestro territorio, contaran con la mano de obra barata y con las materias primas explotadas también por sus empresas: una maravilla.
Por fortuna esa política absurda tronó y las cosas empezaron a cambiar por la voluntad de más de 30 millones de mexicanos que con su voto, pararon la entrega de nuestro país al poderoso vecino.
EL PROFESOR JOSE LUIS TREJO MARQUEZ, con el que platicamos, tiene planes para impulsar el desarrollo de las comunidades formadas por pueblos originarios, a la que llamó Comunidades Naturales de Campesinos de Puebla, A.C. y de lo que le platicaremos mañana.