Victor de Regil
La relación entre Puebla y varios Estados de los Estados Unidos, ha sido larga y muy fructífera al menos en las últimas tres décadas.
Pero, a pesar de que en Estados Unidos se calcula que en la actualidad hay cerca de 3 millones de poblanos, la mitad de los habitantes de todo el Estado de Puebla en donde actualmente vivimos poco más de 6 millones de poblanos, el “mercado de la nostalgia”, como lo han llamado, no es aprovechado, ni siquiera al mínimo para exportar productos locales, por la falta de organización a través de cooperativas, perdiendo así la oportunidad de lograr contratos hasta de 180,000 dólares anuales.
Datos recientemente publicados respecto a la estadística del BBVA y el Consejo Nacional de Población del 2023 reportó que en los últimos cinco años 23,477 poblanos migraron en busca del llamado “sueño americano”, quienes se concentran en Los Ángeles California, Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut. De estos Estados, es Nueva York el que mayor número de poblanos tiene, no por nada se le conoce ya como “Puebla York”.
Las cifras son por demás impresionantes y nos muestran el tamaño que tiene el “mercado de la nostalgia”, pero no se ha logrado consolidar en varias décadas, por la falta de impulso y visión de las autoridades estatales”.
Se tiene registrado que las pequeñas y medianas empresas (pymes) poblanas no están viendo esa oportunidad que ofrece exportar al mercado de los Estados Unidos y que en la actualidad hay más facilidades de hacer negocios con el Tratado de Libre Comercio que se tiene entre México, Estados Unidos Canadá.
Lamentablemente, son pocos los inversionistas quienes se aventuran a incursionar en el mercado de la Unión Americana por la falta de conocimiento, pero que tienen oportunidades de éxito si se organizan en cooperativas.
En la actualidad sólo hay 20 cooperativas, que agrupan a 350 productores, quienes están vendiendo a tiendas en Nueva York y Los Ángeles, California, desde hace cuatro años; hortalizas, tomates, cilantro, café, frutas en conserva y agroalimentos en general, entre los productos que están exportando.
Se tiene conocimiento de que los empresarios organizados en grupos obtienen más beneficios a corto plazo de lograr un contrato en Estados Unidos que haciendo esfuerzos de forma individual, incluso se quedan en intención porque no alcanzan los volúmenes necesarios para enviar un contenedor al mes.
Y es que, la Unión Americana no tiene la capacidad de producir todo el año, situación que implica buscar cultivos en el territorio mexicano y eso representa una puerta para incursionar en dicho mercado, donde los cárnicos, destilados como mezcal, berries, aguacates, entre otros son los que tienen alta demanda.
Recientemente, el presidente del sector de alimentos de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Carlos Sosa Spínola, admitió que no han explotado el “mercado de la nostalgia” a pesar de que hay un potencial de compra desde Nueva York hasta Miami.
Indicó que en el mes de octubre del año pasado realizaron una misión comercial a San Antonio Texas, donde vieron la distribución de productos que se hace desde esa ciudad al resto de la Unión Americana.
Mencionó que sólo en Nueva York hay alrededor de 600,000 poblanos, quienes en sus visitas a la entidad aprovechan para llevarse productos procesados, por lo cual empresarios tienen que ver el potencial del “mercado de la nostalgia”.
Y reconoció que sólo 5% de sus 60 socios exportan al país vecino del norte, pero no de manera constante y es a través de un tercero como hacen llegar sus productos, cuando podrían incursionar de forma directa a tiendas de autoservicio en ese país, porque consumidores hay y no se aprovecha.
“En la ciudad neoyorquina hay familias que viven de la venta de comida poblana, pero las materias primas son caras, porque los distribuidores las llevan con precios elevados”, acotó.
Indicó que en este año el objetivo de los socios es buscar incursionar con más presencia en el país vecino, ya que hacerlo a través de un tercero es poco rentable en la distribución de productos, por lo que quieren entran a las tiendas en forma directa, pero sólo lo pueden lograr si se organizan.