Puebla capital centraliza toda la economía del estado

 

-Los ciudadanos deben trabajar de manera colaborativa para tener una movilidad segura, solidaria, sustentable y sana.

Los ciudadanos con la actual pandemia del COVID-19 tienen la gran oportunidad de modificar sus hábitos de consumo, de manejo vial y de convertirse en mejores ciudadanos y personas al convivir en sociedad.

Esta contingencia sanitaria es una nueva llamada de atención y no es la única que se ha tenido, debemos cuidarnos ante cualquier tipo de riesgo, porque siempre la humanidad ha estado expuesta a varias condiciones, y en nuestro caso, nos referimos a la movilidad en Puebla, declaró Octavio Flores Hidalgo, catedrático de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP.

Comentó que en los últimos años se ha trabajado en el estudio de la movilidad en la Angelópolis con la intención de hacer ciudades inteligentes y ahora con la necesidad de formar ciudades en donde se pueda vivir de manera saludable.

Manifestó que aun cuando se ha recomendado que los ciudadanos deben tener acceso a las áreas verdes, y que cada habitante debe contar con un espacio de área verde de 9 a 15 metros cuadrados, según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud; en el caso de Puebla, la situación es otra, los ciudadanos en la mayoría de los casos cuentan con superficies que van de los 2 y hasta los 4 metros en promedio.

Advirtió que los ciudadanos deben contar con espacios que brinden ciertas garantías con respecto a cualquier tipo de riesgo que se pueda presentar, como es el contar con buenas vialidades, áreas verdes donde pueda ejercitarse, iluminación de calles y avenidas, buen sistema de drenaje entre otras necesidades que deben ser cubiertas dentro de una ciudad que aspira a una mejor calidad de vida.

Flores Hidalgo manifestó que los ciudadanos han experimentado diferentes tipos de riesgos, como inundaciones por el mal funcionamiento del sistema de drenajes de la ciudad, espacios que estén bien acondicionados para que las personas con alguna discapacidad puedan caminar o trasladarse por ejemplo en sillas de ruedas con facilidad; los sismos; momentos en que se han registrado crecidas de los ríos, problemas en la calidad del aire que ya comienza a ser un problema fuerte en Puebla, problemas con la calidad del transporte público, que no garantiza la sana distancia entre las personas, entre otros.

Subrayó que Puebla capital refleja claramente una tremenda centralización de toda la economía del estado, con una dinámica megalopolitana muy fuerte en una articulación con la Ciudad de México, Tlaxcala, Morelos, Pachuca e incluso con los intercambios industriales con estados como Querétaro.

Por lo tanto, dijo que se debe tener cuidado porque se siguen haciendo este tipo de densidades económicas muy fuertes, “porque al final eso es lo que buscan las grandes ciudades, llevar a cabo un proceso de intercambio económico sin darle fuerza a la sociedad, a través de los diferentes instrumentos de participación ciudadana, lo cual sería bueno rescatar para hacer conciencia de lo que está pasando actualmente y poder enfrentar contingencias de una mejor manera”.

Octavio Flores expresó que el problema de la salud para enfrentar la COVID- 19 tiene que ver con el estado de salud, con el ejercicio que pueda hacer la persona, con las actividades que realiza, la alimentación que tiene, el estado de ánimo y tiene que ver con todo lo que hace la persona para garantizar sus ingresos y contar con aquellos medios que le puedan garantizar estar en tranquilidad.

Abundó, “Si la gente no colabora, no participa, no tiene saneamiento en su ciudad, realmente va a ser un foco de infección fácilmente. Ya lo vimos con las pandemias del cólera, de la peste, en donde se tuvo que generar otros sistemas, infraestructuras, invertir en las ciudades para evitar estas contaminaciones masivas en la población”.

De igual forma, dijo que este tipo de situaciones implica contar con garantías de acceso a equipamientos básicos, como son los de salud, educación, nuevas formas de trabajar ante cualquier contingencia, procurar un servicio de agua eficiente; que a la vez permitirán que se defina mejor en donde se podrán desarrollar zonas para la industria, para la construcción de viviendas o construcción de zonas mixtas, así como definir zonas para el desarrollo del comercio, ya que permitirán mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Indicó que la ciudad de Puebla vive actualmente en esta pandemia del COVID-19 una lucha entre el modo de vida y el modo de consumo. “la ciudad está consumiendo el 80 por ciento de los recursos mundiales y desecha la misma proporción. La ciudad es parte de una dinámica global que responde a una estructura de orden económico, porque busca una integración y un intercambio de recursos, más allá que la reproducción social. La ciudad es un mercado de trabajo, no de generación de autoconsumo”.

Advirtió que esta contingencia en función de la salud, “se va a multiplicar por la contingencia ambiental, se va a aplicar con contingencia económica ahora con todos los despidos de trabajo que se están presentando, con la pérdida del poder adquisitivo de las personas”, por ello, agregó que es importante replantearse la forma de cómo aproximarnos a la ciudad, de cómo estamos viviendo la actual contingencia sanitaria y que estamos haciendo al respecto.

Refirió que se requiere de una mayor articulación de normas y procedimientos en el campo urbano de los municipios del estado de Puebla, como son Cholula, Amozoc, Atlixco, entre otros, lo mismo sucede con los estados, que al estar desarticulados, los problemas se incrementan porque no hay una línea clara de acción conjunta.

Por último, manifestó que el contar con un sistema de transporte público eficiente, permitirá bajar los índices de contaminación, permitirá ciertas distancias sociales, porque de lo contrario, se incrementará el parque vehicular y seguiremos alimentando los círculos viciosos. Se deben buscar acciones que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de las personas, y para lograrlo, los principales actores son los ciudadanos que deben trabajar de manera colaborativa para tener una movilidad segura, solidaria, sustentable y sana.