Victor De Regil
El problema de la prostitución en Puebla no es nuevo, son varios años tiene que existe y no se ha sabido como lograr regularla.
Hasta ahora, ningún gobierno ha podido regular con éxito la prostitución que se ofrece en las calles del Centro Histórico de Puebla capital. No han podido ni las administraciones de izquierda, ni las de derecha han sabido cómo enfrentar esta grave situación que no se puede disimular echándola debajo de la alfombra o escondiéndola debajo de la cama.
En muchas ocasiones, se ha planteado, como si fuera la única solución, crear una zona de tolerancia. Es cierto que esto ya ocurre en muchas otras ciudades del país, dicen quienes defienden esa posibilidad.
Un ejemplo de lo anterior es Zacatecas, donde ha resultado un éxito, porque está alejada de la ciudad, a las afueras, y porque hay casetas de vigilancia y la policía está de fijo vigilando todo lo que sucede en esa zona de tolerancia.
Incluso, en el mismo estado de Puebla, para no ir muy lejos, la cabecera de Izúcar de Matamoros tiene una zona roja, como también se les llama, a la salida de la ciudad, rumbo al Estado de Morelos. Sin embargo, ha habido crímenes, porque hay también bares y antros donde también se presta el servicio y la violencia ha estado presente.
Quienes las rechazan, aseguran que es crear una Sodoma, una especie de territorio sin ley donde dominaría el crimen organizado.
Los más liberales, son quienes incluso han propuesto que esa zona roja en la ciudad de Puebla esté en el mismo Centro Histórico. Otros han propuesto como zona de tolerancia el Paseo Bravo y sus alrededores, donde actualmente ejercen la prostitución de manera activa, principalmente los fines de semana. Eso, las autoridades municipales han dicho que es imposible, inviable, una locura completa.
Y es que no solamente se trata por la falta de respeto a la ciudad y sus habitantes, sino porque hay comercios, escuelas, casas habitación y edificios de vivienda. La convivencia con la vida cotidiana sería un caos.
Aunado a todo esto, hay que reprochar que al menos los últimos tres meses de la anterior y pésima administración de Claudia Rivera Vivanco, se permitió el ofrecimiento de servicios sexuales de manera desbordada. Se podía observar en los alrededores de centro comercial, antes mercado, La Victoria, en el corazón de Puebla capital, muy cerca del Zócalo.
Tristemente, debemos decir que esa zona de tolerancia se dio realmente con el gobierno de Rivera Vivanco.
En días pasados, el nuevo Ayuntamiento que encabeza Eduardo Rivera Pérez dio un “no” irreversible, definitivo e innegociable a esa posibilidad que se manejó de la Zona de Tolerancia, al menos en el centro histórico.
El secretario de Gobernación Municipal, Jorge Cruz Lepe, informó que ya comenzó a reunirse con los colectivos de personas en situación de prostitución para poder llegar a acuerdos, pues la finalidad de hallar alternativas para que ejerzan sus actividades. Pero lo que sí es un hecho, es que no habrá Zona Roja en el Centro Histórico.
En este y otros temas, como los ambulantes, es correcto lo que está realizando el gobierno que recién inició su administración.
Permitir los excesos y los errores que le heredaron sería la peor estrategia O suponer que se pueden eliminar poco a poco. Aquí de tajo es no.
En problema es profundo, está en el tejido social. Es difícil de atender.
Mientras todo esto ocurre, poner límites es lo correcto. Puebla siempre debe estar primero.