PRI, crónica del fin

Víctor de Regil

 

Desde hace ya unos días está disponible en la plataforma Vix un documental de N+, de Televisa, que ha llamado mucho la atención en la clase política mexicana.

Dicha serie titulada “PRI: crónica del fin” es el resultado de un extraordinario trabajo periodístico, , que obliga a apartarse del reduccionismo y la interpretación tramposa para explorar un momento clave de la historia mexicana.

Se trata de la historia de un partido que gobernó durante décadas, construyó instituciones y, bien o mal, un país el cual aún existe y que se monta en el legado de este partido político que está en vías de desaparecer

En este documental, destacan ahí las entrevistas celebradas a varios de los testigos centrales de la debacle del PRI y que son parte de su entierro que está viviendo actualmente. Ante la cámara, esos personajes se muestran tal cual fueron (y siguen siendo): unos cínicos, otros megalómanos, la mayoría políticos profesionales.

Hace también único a este documental, importante a resaltar, el archivo que Televisa puso a disposición de la producción para esta serie. Después de haber sido, por décadas, la única empresa televisora del país, ese material resulta valiosísimo a la hora de relatar la segunda mitad del siglo XX mexicano.

Con estos dos insumos, mediante entrevistas de gran nivel, así como el archivo con el que contaron, podemos decir que la producción logró un guion extraordinario que no engaña al presente porque dialoga honestamente con el pasado para entender perfectamente el momento histórico que vive el expartidazo.

De igual forma, ayudan también las opiniones escogidas para ofrecer gravedad y relieve a ciertos hechos notables que condujeron, primero, a que el PRI dejara de ser el partido hegemónico que fue durante décadas, luego ser el partido dominante en las gubernaturas, cámaras y congresos y la presidencia y, finalmente, un partido muy deslavado dentro del sistema político mexicano, convirtiéndose prácticamente en un partido que tiene fuerza regional pero que cada vez se ve más mermada.

Aunado a esto, las decisiones editoriales de la producción abonan igualmente a una potente narrativa. La trama es formidable porque permite conectar argumentos que hemos vivido distintas generaciones, hasta volverles parte de un patrimonio común, independientemente del año en que cada uno haya nacido.

Con esto, podemos decir que “PRI: crónica del fin” es un trabajo de periodismo histórico que se distingue por la mejor factura. De lo más recomendable para escapar del barranco de presentismo en el que estamos metidos, así como de la liviandad reflexiva que caracteriza a la política contemporánea.