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Psic. Gonzalo Valenzuela Ramírez
El pasado es un sueño; el futuro, un espejismo;
el presente, una nube que pasa
Está próxima la Navidad y se acerca el Fin de Año, tiempo favorable para reflexionar sobre las bendiciones que has recibido. La vida te devuelve la sonrisa a través de múltiples regalos, envueltos de paz y felicidad. Saborea y disfruta cada instante y agradece los pequeños o grandes obsequios que la vida te ofrece.
Estoy convencido que una persona agradecida siempre es feliz, porque es imposible ser agradecido e infeliz al mismo tiempo, además de que, al agradecer, logras que esos bienes y bendiciones se multipliquen.
Le sonríes a la vida cuando perdonas y limpias tu corazón de toda maldad. Entonces empiezas a sanar tu alma y aprendes de tus errores. Aléjate de situaciones y personas tóxicas que envenenan y apagan tu sonrisa, si no es posible, sólo ten compasión y paciencia con ellas porque son seres que sufren y siguen atrapadas en la tristeza, el odio, el resentimiento o el rencor.
Tu vida tiene un propósito y va más allá de ganarte el sustento diario o atender las labores domésticas, es algo que te nutre como persona, que te hace sentir a la perfección; a nivel físico, mental, emocional y espiritual, porque está en sintonía con tu Ser Superior, con el amor divino que mora en tu espíritu.
Esfuérzate por dar lo mejor de ti mismo en cualquier actividad que realices, hazlo con entusiasmo. Quizás no puedas trabajar en aquello que amas, pero sí puedes amar todo aquello que haces, porque eso tiene que ver con tu voluntad y actitud.
Ya habrá tiempo para dedicarte a todo aquello que te apasiona y dejarte absorber por esas actividades que renuevan tu alma y tu alegría de vivir. Mientras tanto ama lo que te toca hacer. Desarrolla un sano amor propio, siempre piensa bien de ti, con respeto. Valórate, tú sabes que mereces lo mejor que la vida quiere darte, sentirte bien y ser feliz.
Sonríele a la vida y ella te devolverá la sonrisa. Aprecia todo lo que eres y lo que haces, todo lo que vales y puedes realizar con los dones maravillosos que Dios te regaló, alcanza la auténtica felicidad poniéndolos al servicio de otros, no te conformes sólo con momentos de alivio o de placer.
Esfuérzate por hacer feliz a alguien más, sobre todo en esta época del año, demuestra tu espíritu navideño, eso te dará una nueva forma de ver las cosas y te abrirá el camino a nuevas posibilidades. Te darás cuenta que la verdadera felicidad es cuando haces feliz a alguien más; entonces, nuevas oportunidades empezarán a surgir.
Piensa en todo aquello que te alegra el corazón cuando lo haces, descubrirás que tu actitud positiva y tu dedicación hicieron posible esos momentos de realización plena, porque fueron retos que lograste vencer y te hicieron mejor de lo que fuiste ayer.
Reflexiona sobre la importancia de asumir una actitud más positiva, para llenar de luz el recinto donde habitas, donde laboras y pregúntate: ¿Qué puedo hacer para asumir una actitud más positiva? ¿Para poner en acción el amor y la fe? ¿Para sonreírle a la vida…? Recuerda: … el presente es una nube que pasa.
Como siempre gracias por tus comentarios y sugerencias en: oasis_govara@yahoo.com.mx