Psic. Gonzalo Valenzuela R.
La muerte es democrática, ya que, a fin de cuentas, güera, morena,
rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera
-José Guadalupe Posada
México es un tesoro de riquezas culturales, una de ellas es la tradición del Día de Muertos, aún sigue viva en las escuelas y en los hogares mexicanos. Al ser nuestro país pluricultural y pluriétnico, tal celebración no tiene un carácter homogéneo, sino que va añadiendo diferentes significados y evocaciones según el pueblo indígena o grupo social que la practique.
El Día de Muertos, más que una festividad cristiana, es una celebración, cuyo origen se remonta antes de la llegada de los españoles, es resultado de la mezcla de la cultura prehispánica con la religión católica y hasta nuestros días se ha logrado mantener viva la tradición.
Esta mezcla de creencias del Viejo y el Nuevo Mundo dio origen al sincretismo que aún prevalece, la evangelización cristiana tuvo que ceder ante la fuerza de las creencias indígenas. La fiesta de Día de Muertos se realiza el 31 de octubre y el 1 y 2 de noviembre, días señalados por la Iglesia católica para celebrar la memoria de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos.
Sin embargo, la esencia más pura de estas fiestas, se observa en las comunidades indígenas y rurales, donde se tiene la creencia de que las ánimas de los difuntos regresan esas noches para disfrutar los platillos y flores que sus parientes les ofrecen.
El 28 de octubre se destina a los muertos que fueron asesinados con violencia, de manera trágica; el 30 y 31 de octubre son días dedicados a los niños que murieron sin haber sido bautizados y a los más pequeños, respectivamente; el 1 de noviembre, o Día de Todos los Santos, es la celebración de todos aquellos que llevaron una vida ejemplar, celebrándose igualmente a los niños.
El día 2, es el Día de los Muertos, celebración que comienza desde la madrugada con el tañido de las campanas de las iglesias y la práctica de ciertos ritos, como adornar las tumbas y hacer altares sobre las lápidas, porque se piensa que ayudan a conducir a las ánimas y a transitar por un buen camino tras la muerte.
De tal magnitud es la importancia de esta celebración mexicana, que desde hace algunos años es considerada y protegida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, sin embargo, hoy en día y debido a la globalización, El Día de Muertos compite con el Halloween, que tiene su origen en la cultura céltica y romana.
Halloween es una contracción inglesa, que significa “víspera de todos los santos”, se trata de una tradición anglosajona, aquí no aparecen los difuntos para convivir con sus parientes, sino espectros o fantasmas que aterrorizan y amenazan.
Ese día los espíritus pueden salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos y resucitar, para evitarlo, los pobladores se disfrazan de seres espantosos, ensucian las casas y las decoran con huesos y calaveras y demás cosas desagradables, para que los muertos pasen de largo asustados.
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