MIRIAM BRAVO nos recuerda: la vida es mucho más y es tan diversa que estamos llenos de voces, de emociones, llenos de magia, solamente hace falta abrir los ojos del corazón.
OASIS
Gonzalo Valenzuela
Prejuicios y discriminación
Segunda y última parte
Miriam Bravo, es comunicadora transformacional, experta en Liderazgo emocional. Risoterapeuta. Artista. Amante de la palabra que transforma, deja huella y acaricia. Conversé con ella sobre cómo afecta en lo emocional el ser objeto de prejuicios y discriminación.
-Es un asunto principalmente de creencias, de reconocimiento interno y de revisar cuáles son los límites que estoy teniendo en mi día a día, ¿por qué miro a estas personas con este desdén?, ¿desde dónde lo digo?, a lo mejor puedo llevar instalado en mi disco duro a lo mejor una memoria de superioridad o aires de grandeza, cuando realmente la clave para mí es la humildad, cuando estamos en sintonía con la vida,
-¿Qué podemos hacer para combatir esas actitudes? -Hacer gala de un orgullo auténtico, ser capaces de aceptarnos y reconocernos tal como somos, da igual que estemos en armarios, hay muchas personas que están en armarios emocionales, porque tienen emociones presas, no se permiten, están castradas, si yo me doy cuenta de eso y me permito expresarlas, les voy a dar voz, le voy a dar su lugar y eso va a ser que sea un ejemplo para mis hijos.
-¿Me das un ejemplo de creencia limitante? -Los hombres no lloran, o; todos los hombres son iguales, claro son creencias que se quedan aquí, en el disco duro, si yo aprendo que no todos los hombres son iguales, que me puedo permitir llorar, incluso si soy un hombre, mostrarme vulnerable, está bien, ya cambia mi perspectiva, porque cuando vea a un hombre, a un chico llorar, no le voy a juzgar, no le voy a discriminar: -es que eres una nena, lloras- le voy a integrar y aceptar como es.
-¿Es ahí donde está el punto de poder? -Sí, ahí es donde podemos cambiar y transformar, desde la aceptación del otro: -te amo, te honro, tal y como eres, no desde mi prisma, o de los “deberías” tienes que ser… o tienes que comportarte de tal o cual forma.
-¿No basta con legislar y hacer leyes para evitar este tipo de prácticas? -Las leyes son fundamentales, dan derechos, y nosotros como seres humanos necesitamos tener esos derechos, pero no basta, sobre todo es un cambio de mentalidad, desde el ser humano, de decir: ¿qué es lo que estoy haciendo? ¿qué es lo que estoy promoviendo? Hay conductas que no son aceptadas y que se tienen, por supuesto, que sancionar y denunciar, porque no es posible que haya colectivos que sean maltratados, discriminados o ninguneados.
-¿Como es el acoso escolar?, ¿el acoso cibernético? -Totalmente. Todo lo que vienen siendo acosos, de juicio, la libertad, estamos limitados por este tipo de situaciones y ¿dónde está realmente la emoción?, en este caso hay que sacar la rabia, para hacer justicia y decir ¡No!, no a los abusos, no a las manipulaciones, no a los acosos.
-¿Si analizas profundamente qué hay detrás de la discriminación? -al final es un miedo, miedo a lo diferente, miedo porque puede suponer una amenaza, al status quo si yo cambio la mentalidad, si digo voy a dejar de discriminar, para voy a integrar, entonces la sociedad puede transformarse, porque vamos a vibrar en el amor y no en el miedo a lo diferente.
-Si una persona, piensa, siente, actúa diferente, celébralo, hónralo porque ha venido esa persona o esa situación a darte una lección de vida, para salir de nuestra caja de creencias, que pensamos que la vida es: sota caballo y rey, a, b y c, la vida es mucho más y es tan diversa que estamos llenos de voces, de emociones, llenos de magia, solamente hace falta abrir los ojos del corazón.
-Lo que más necesitamos ahora mismo, son espacios donde podamos ser, espacios donde haya amor auténtico, no una cobertura mutua de necesidades, que nos juntamos en parejas para cubrir necesidades, porque nos sentimos insatisfechos, no nos sentimos plenos, plenas, no; cuando estamos en una vibración del amor genuino donde yo puedo ser quien soy y me puedo mostrar y puedo expresar, no tengo que fingir ser quien no soy, ahí no hay nada que temer, ahí estoy a salvo, estoy segura.
-¿Algo más que desees agregar? -Hace falta crear en la sociedad esos escenarios, para que ninguna persona se vea ultrajada, diferente y que todos caminemos con orgullo, de ser quienes somos, somos diferentes celébralo, eres único, única, transmíteselo al mundo y sobre todo esa actitud de ver al otro como un ser humano valioso, merecedor, no mirarle por encima del hombro, en actitud de arrogancia, ni por debajo en una actitud de sumisión, la mirada al frente, una mirada clara, una mirada que te vea y te diga: te veo, te reconozco y te bendigo. Gracias por estar en mi vida.