Gonzalo Valenzuela Ramírez
No se trata de entender sino de sentir…
No leemos y escribimos poesía porque seamos tiernos; escribimos y leemos poesía porque somos miembros de la raza humana, y la humanidad rebosa pasión, belleza, romance, amor… todo aquello por lo cual vivimos.
Alguna vez poesía y práctica fueron sinónimos, el vocablo griego poiein, de donde proviene la palabra poesía, significa hacer cosas; produciéndolas, fabricándolas, inventándolas, escribiéndolas. A la poesía hay que verla en todo hacer inspirado.
Es un recurso para mejorar la calidad de vida. Es una herramienta que tenemos a mano, fácil, cómoda y barata. Puede servir para distanciarte de los problemas y verlos con más claridad, desahogar las emociones cuando te desbordan, aclarar ideas, conocerte mejor a ti mismo.
Los beneficios de leer o escribir poesía son varios; reflexionar pausadamente sin el desorden y el caos del pensamiento, ayuda a que las conexiones entre los dos hemisferios cerebrales se realicen con mayor eficacia; actúan unidas la parte racional, la emocional y creativa.
El cerebro se predispone a la resolución de problemas y es más fácil hacer frente al estrés. Amplía la mirada; puedes observar los problemas desde una posición más amplia, posicionarte en los ojos del otro, mirar lo que te preocupa desde otra perspectiva, para empezar a tomar el mando de lo que ocurre dentro y aprender también a observar todo lo que ocurre afuera.
¿Para qué sirve la poesía…? funciona como catarsis; purifica, limpia el espíritu y libera. Intenta soltar en un papel aquello que te desborda, lo más intenso e inquietante, verás que termina o reduce esos malestares, te desbloquea y alivia esas luchas interiores.
Depura tu universo mental y emocional. La poesía es casi como una varita mágica para el conocimiento personal, te conduce a esa búsqueda de paz y armonía íntimas. Los ojos del poeta subliman y engrandecen lo que miran, le dan un sentido.
La materia prima de la poesía es la vida misma, los versos del poeta provienen de las intuiciones y revelaciones de su ser; inquietudes, angustia, temores, resignación, esperanza, impaciencia, de los signos del tiempo que le toca vivir. Es un acto de comunicación contigo mismo, aunque también es terapéutico cuando tus poemas los puedes compartir.
En cada evento, libro, película, pieza musical, dibujo o pintura, en cada palabra, paisaje, persona, o quehacer, puede estar presente la poesía, emocionándonos, haciéndonos vibrar, y haciéndonos sentir que estamos vivos. Algunos piensan que es la medicina del alma, yo creo que la poesía es una forma de magia y de amor, una necesidad vital de comunicación del ser humano.
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