Participantes en el panel sobre autismo: experiencias exitosas. La maestra María Natividad Palma García, directora de la USAER G celebró su cumpleaños una vez concluido el evento.
Panel sobre autismo: Experiencias exitosas
Segunda parte
Psic. Gonzalo Valenzuela
Detrás de una persona autista se esconde un mundo inimaginable
-¿Qué conductas notaron diferentes para la edad de su hijo? –Angy: Creo que lo primero que me sirvió de referente es que ya había tenido un bebé, mi hijo mayor en ese entonces tenía 8 años, entonces cuando recibo a David me doy cuenta que muchas situaciones no eran similares a las del primer bebé, por ejemplo; cuando lo amamantaba no buscaba mi mirada, se distraía y se embelesaba con las luces, los ventiladores, lo llamaba por su nombre con cariño, hacía sonidos, pero no llamaban su atención, lo sentía ajeno y a veces pensaba yo: –no me siente, no está aquí conmigo y también me daba cuenta que si algo le lastimaba, así lo estuviera apretando, le estuviera molestando no lloraba, teníamos que estar muy pendientes, evadía el contacto, aunque era un bebecito buscaba su espacio en la cuna y estar solo, no quería que nadie se le acercara, que nada lo tocara y esas fueron las situaciones que llamaron la atención, conforme iba creciendo no respondía a su nombre, le podías estar diciendo: David, David, de plano aplaudiendo y nada, esas fueron las manifestaciones más evidentes de que mi hijo tenía una condición de desarrollo diferente.
–Silvia: con Héctor pasó algo similar en muchos aspectos, porque digo, todos los niños dentro de la condición pasan por muchas situaciones similares y más en un principio, con mi hijo algo que llamó mucho la atención, pero que quizá no le prestamos la atención debida, fue el hecho de que Héctor al año y medio aproximadamente de edad dejó de hablar, Héctor hablaba, balbuceaba alguna palabras y dejó de hablar, pero toda la familia, inclusive nosotros como era hijo único y era todo para papá y mamá, toda la familia decía: –está muy mimado, está muy chiqueado y todo lo relacionaban a eso y nosotros decíamos; –puede ser eso, está muy mimado y por eso dejó de hablar, todo le damos, todo se le da, esa fue una de las primeras cosas que observamos.
Hoy decimos: –si hubiésemos tomado en cuenta esas señales, hubiésemos recibido un diagnóstico más temprano, otra de las cosas que también llamaban la atención fue sus juguetes, los usaba de manera inusual, no jugaba con sus juguetes como cualquier otro niño, no convivía con los demás niños como cualquier niño de su edad, todo eso se fue presentando aproximadamente a partir del año dos meses y al año y medio que deja de hablar, desde antes algunos me decían: –no tendrá un problema auditivo, porque si mamá o papá le hablaban sí obedecía, volteaba, prestaba atención, pero si una voz extraña le hablaba, Héctor no estaba para nadie y muchos me decían: –es que ha de tener un problema auditivo, pero no, no era eso, en otras situaciones se notaba que no iba por ahí, pero sí principalmente su manera de relacionarse y las cosas que dejó de hacer de un día para otro.
–Juana: No parecía interesarse en relacionarse con los demás. Se exasperaba, hacía berrinches, lloraba cuando escuchaba la licuadora, recuerdo sus ojitos llenos de lágrimas. Nunca podíamos salir a la calle, se agarraba con uñas y dientes para no tener contacto con el exterior. En el Jardín de Niños, huía, no obedecía y se iba a sentar en un rincón, daba muchas vueltas alrededor de cosas.
-¿A dónde acudió para confirmar el diagnóstico y recibir atención adecuada? –Silvia: en nuestro caso no acudimos, así como a pedir ayuda como tal, nosotros recibimos un diagnóstico hasta que Héctor entra al jardín de niños y ahí nos dicen que algo no anda bien con Héctor, al final del día ellos eran los especialistas, los profesionales, ahí mismo en el jardín contaban con CAPEP y ellos nos orientan y ahí nos dan un diagnóstico, entonces pues nos costó un poquito asimilarlo, porque veíamos muchas conductas en Héctor regulares, de cualquier niño de su edad, pero otras tantas que no lo eran, quizás era la negación del momento, porque cuando todos deseamos tener un hijo, jamás imaginamos que va a nacer con una condición diferente, entonces yo creo que sí pasamos por el proceso de negación, pero al final del día lo tuvimos que aceptar y ver que efectivamente Héctor tenía una condición diferente a la mayoría de los niños, nosotros recibimos el apoyo de CAPEP y poco tiempo después, poco más o menos un año empezamos a acudir al CRIVER y actualmente es donde recibimos apoyo, Héctor recibe sus terapias de manera regular.
-¿A dónde acudió para confirmar el diagnóstico y recibir atención adecuada? –Angy: Gracias, de primera instancia, tal como lo comenté desde que me lo entregaron en el hospital en el IMSS la recomendación fue, primero dar seguimiento en el hospital, del desarrollo natal que iba teniendo el niño, y estar viendo como se iba desenvolviendo su crecimiento y habilidades y también a la par con CRIVER, a pesar de que era muy pequeño y sólo tenía unos meses 2 ó 3 meses que me lo habían entregado pues acudimos a CRIVER y ahí le hicieron todas las valoraciones las diferentes áreas, nos dieron un diagnóstico por escrito y ahí acudió durante mucho tiempo, también fue necesario más adelante acudir a otros especialistas como; dermatólogo o fisioterapia, sentí la necesidad de que fuera de lunes a viernes, lo cual le ayudó mucho y también con algunas maestras de aprendizaje, personal de la tarde y así tuvimos que hacer una organización en casa de cuáles eran las áreas que teníamos que enfatizar y apoyar con David y así se hizo, primero en el IMSS, el CRIVER y luego con otros especialistas, en su momento.
–Juana: La escuela nos canalizó a un organismo llamado CAPEP, que le aplicó pruebas a mi hijo, que arrojaron que tenía TEA, asociado con déficit de atención e hiperactividad, por lo que con la evaluación neurológica del ISSSTE tuvo que ser medicado para lograr que su desarrollo no se detuviera. Fue evaluado en CRIVER… y le pusieron otra etiqueta. Dije que era Asperger… Psicología del ISSSTE le realiza una evaluación y confirma TEA. (continuará)