En este mundo ruidoso y acelerado,
oprime el botón de pausa,
para disfrutar tus mejores vacaciones
Mis mejores vacaciones
Por Gonzalo Valenzuela
Me gusta pensar que mis mejores vacaciones son las que estimulan mi potencial a través de cultivar el autocuidado esencial, lo que me hace sentir bien conmigo mismo, lo que me proporciona plenitud y felicidad, lo que me facilita la conexión con mi verdadero ser, con mi esencia, con la fuente de salud y bienestar integral.
Mis mejores vacaciones son cuando desacelero el ritmo desenfrenado que a veces me impongo por los numerosos “deberías” y exigencias internas y externas que generan estrés y deterioran la salud y vitalidad.
Mis mejores vacaciones son cuando trato de recuperar esa parte divina, que tiene que ver con el ser, con la autoconsciencia y que reside en mi interior, lo cual asegura el autocuidado en el día a día, son como micro vacaciones que me concedo a diario.
La autoconsciencia me permite mantenerme comunicado conmigo mismo, con mis sensaciones corporales y necesidades más genuinas, ya que a veces las preocupaciones ocupan tanto espacio, que las sensaciones quedan como anestesiadas y al reconectar con ellas puedo identificar qué me proporciona satisfacción en cada momento y qué necesito para sentirme bien.
Mis mejores vacaciones son cuando hago una pausa en el ajetreo de la rutina diaria para tomar un descanso, regresar al aquí y al ahora, bajo el ritmo y me doy permiso para no hacer “nada”, para jugar con mi hijo, leer o escribir poesía o simplemente; meditar, escuchar música o contemplar paisajes de la naturaleza mientras camino descalzo por la playa, a la orilla del mar.
Mis mejores vacaciones son cuando me regalo amor; a través del cuidado de mi cuerpo, mi mente, mis emociones y mi espíritu, cuando comprendo y acepto que merezco estar y sentirme bien, cuando me doy cuenta que la vida misma es un regalo y yo también. No olvides que para amar a los demás, primero debes amarte a ti mismo.
Mis mejores vacaciones son cuando retorno a mi estado natural; a ese estado primigenio de plenitud, de bienestar, cuando respeto mis propias necesidades y permito que mi organismo sea capaz de autorregularse, se recupere, se sane y revitalice.
Mis mejores vacaciones son cuando cubro mis necesidades básicas; duermo suficiente, me alimento saludablemente, realizo algunas actividades físicas al aire libre, moverse es auto cuidarse. El movimiento genera fuerza interna, facilita la descarga de miedos y tensiones, revitaliza, genera endorfinas, las hormonas de la felicidad.
Mis mejores vacaciones son cuando mantengo buenas relaciones con los demás, me ayuda a sentirme bien, me da seguridad y una sensación de pertenencia, placer y felicidad. Siempre me gusta decir que las personas que quieres y te quieren son tu mayor tesoro.
Gracias por tus comentarios y sugerencias en: oasis_govara@yahoo.com.mx