Gonzalo Valenzuela Ramírez
No reniego del patriotismo, pero primeramente soy un ser humano,
y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano
El patriotismo es una virtud cada vez más difícil de encontrar entre los jóvenes y personas adultas, va mucho más allá del amor y respeto a los símbolos patrios; bandera, himno, escudo, etc., es sentirse orgulloso y feliz de haber nacido en este hermoso país.
¿Cómo manifiestas tu patriotismo…? ¿Te interesas por conocer la historia de México…? ¿Con palabras y acciones pones en alto el nombre y prestigio de tu país? ¿Te emocionas y entusiasmas cuando escuchas el Himno Nacional? ¿Tratas de ser cada día mejor en las diferentes áreas de tu vida; escuela, familia, trabajo, etc.
Dicen que donde hay un maestro hay un patriota, yo lo extiendo aún más, donde haya un educador, sea padre de familia, profesor y ahora, los medios de información, debería de haber patriotas, que fomenten y favorezcan ese amor y respeto a su país, ya que en ese gran barco vamos todos los mexicanos y si se hunde, nadie se va a salvar.
Cuantos problemas se evitarían y que tipo de nación fuera la nuestra si abundaran mexicanos y mexicanas amantes de su tierra; no habría emigración a otros países, con su secuela de dolor y desintegración familiar, ni crímenes de odio, secuestros, ni ecocidios. Jamás oiríamos de “fuga de cerebros”, ni sabríamos de capitales “golondrinos”, mucho menos habría bandas de narcotraficantes, que envenenan lo más valioso de un país; sus niños y jóvenes.
No se trata de llegar a una actitud de “globalifóbico” ni chauvinista, que raye en un fanatismo patriótico, populista y demagógico, sino de ser conscientes como educadores, que dependerá mucho de nuestros ejemplos y actitudes al demostrar amor a México, para que nuestros hijos y jóvenes deseen y se interesen por conocer y respetar lo nuestro, nuestra rica cultura y nuestras variadas tradiciones.
No se puede amar lo que no se conoce, empieza por ahí, favoreciendo y facilitando entre tus hijos y alumnos ese conocimiento, a través de libros, enciclopedias, excursiones, películas, etc., y hazlo lleno de un espíritu patriótico, muéstrale a México como un mosaico de expresiones culturales diversas, muéstrale todos los rostros, los hermosos y los descarnados, que reclaman justicia y esperanza, así el niño o joven irá determinando cuál será su papel para salvar, querer y respetar a su Madre Patria.
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