Victor de Regil
Luego de que en días reciente se frustrara la gran alianza opositora solamente para Puebla capital, que encabezarían PRI, PAN y PRD, y que amagaba con ampliarse con dos partidos más, los locales Pacto de Integración Social y Compromiso por Puebla, quienes ya han expresado su apoyo a la candidatura de Eduardo Rivera, la sonrisa a muchos rostros en la otra coalición, Juntos Hacemos Historia, la cual está formadas por Morena, PT y PVEM.
Y es que se sabe que al interior de este partido, estaban muy preocupados pues la alianza PRIANRD amenazaba con aplastarlos en la capital pero con la decisión del PAN de ir solo, Morena sabe que el voto se dividirá y crecen sus posibilidades de competir.
Y es que, si bien Eduardo Rivera Pérez sigue como el puntero en las potenciales preferencias electorales, la baja ya confirmada al menos de uno de los partidos, el PRI, de esa candidatura, les viene bien a los posibles candidatos del lopezobradorismo poblano.
Sin pretender que el rompimiento en este caso sea un presagio de fractura total en Va por México, efectivamente el entre 8 y 10 por ciento que el PRI podía aportar, ahora se supone que irá con su propio candidato o con otra opción, la cual ya se empieza a manejar el nombre de Enrique Doger quien, electoralmente, es muy competitivo.
La decisión de la Comisión Permanente Estatal panista tiene otras consecuencias inmediatas. El mensaje de los consejeros es claro: el PAN no necesita al PRI para ganar la capital y no tendría por qué compartir las mieles del triunfo, si es que efectivamente se da.
Lógicamente, por supuesto, no ha sido bien recibido en el PRI, que se supone dejaría que los panistas se hicieran pedazos, para finalmente llegar a levantarle la mano a Eduardo Rivera y subirse a su “tren ganador”.
Con la premura para emitir una convocatoria la próxima semana, ahora deberá enfrentar su propio pleito interno por la candidatura, pues no será fácil encontrar un candidato competitivo sabiendo que las posibilidades de ganar son prácticamente nulas.
Una que, aparentemente sin posibilidades de triunfo, sabemos que se disputan más de cinco. Las contiendas internas, incluso sin ser formalmente precampañas, dejan siempre heridos.
Encima, ahora los priístas tienen que lamerse las heridas y sacarse el mal sabor de boca por el desprecio del PAN.
¿Cómo explicarán los dirigentes a su militancia que siempre no van con Lalo ni con el PAN? Si fue difícil hacerlos a la idea, cómo ahora les dicen que han sido depreciados. Eso va a pesar también en los 60 municipios en que sí van juntos PAN y PRI.
Como en las campañas de los 26 distritos electorales locales, así como en las 15 diputaciones federales en donde es total la coalición opositora. Lo interesante será ver có o hará campaña un candidato a diputado federal que va en coalición entre PAN y PRI pero que tendrá que hacer campaña con el candidato a la presidencia municipal un candidato a diputado federal del PRIANRD, a qué candidato a la presidencia municipal de Puebla apoyara?, ¿al del PRI o al del PAN? Será interesante ver como se maneje ese tema
El PRI terminó como el socio incómodo del PAN, al que no conviene andar presentando en ciertos escenarios. En algunos conviene y en otros avergüenza, aunque en estos momentos la apuesta era por la unidad. Al menos eso decían.
Por eso y otras cosas, es que hoy sonríen en el Movimiento Regeneración Nacional.
Si la aritmética electoral fuera simplista, se podría decir que el candidato o candidata de Morena habría avanzado algo así como 10 casillas, sin tirar aún los dados. La partida se aprieta.