Morena tiene a dos poblanos destacados

P U L S O    P O L I T I C O

Gabriel Sánchez Andraca

 

 

 

             El partido Morena, como los tres viejos partidos nacionales, confronta problemas de falta de claridad ideológica, carencia de infraestructura, carencia de organización y lógicamente de disciplina y de unidad. Al Movimiento de Renovación Nacional, base para la conformación del partido, lo integraron ex miembros del PRD, del PRI y del PAN y después de su arrollador triunfo en el 2018, no ha habido tiempo y al parecer ni voluntad para constituirse como un verdadero partido político.

            Pero ahora está en vías de organizarse como es debido, pues al fin ya cuenta con un comité nacional presidido por el diputado con licencia Mario Delgado y con Citlali Hernández como secretaria general representantes de las dos corrientes que se disputaron la dirigencia.

             Es de esperarse que se acaben los problemas internos que han caracterizado a todos los partidos políticos mexicanos y que los morenistas pongan empeño para conformar una organización partidista digna, seria y eficiente.

             PESE A QUE EN SU PRIMERA ETAPA EN el poder, Morena confrontó serios problemas internos, ha habido dos políticos profesionales poblanos que han destacado por su trabajo, tanto partidista, como en posiciones de gobierno: el senador Alejandro Armenta y el diputado federal Ignacio Mier.

             El primero, como le hemos comentado aquí, es uno de los expertos en cuestiones hacendarias que desde el principio ha ocupado posiciones destacadas en las comisiones que atienden ese tema en el Senado de la República.

              La semana pasada presentó una iniciativa para nacionalizar las minas de Litio, un mineral que es de suma importancia para el desarrollo de las nuevas tecnologías, como en el siglo pasado fueron los combustibles fósiles, algo que para México significa cubrir una necesidad, ya que hay dentro de la política, quienes pretenden todavía, disponer de la riqueza de la nación, como si fuera propia, para satisfacer ambiciones personales o de grupo, como han dispuesto del petróleo y a punto estaban de privatizarlo nuevamente.

              Ignacio Mier, es actualmente el coordinador, en la Cámara de Diputados, de la fracción morenista, en sustitución de Mario Delgado que preside nacionalmente a su partido. También lo sustituye como presidente de la comisión de Coordinación Política dentro del Congreso federal.

              Los dos legisladores poblanos tienen amplia experiencia pues ambos presidieron estatalmente al Partido Revolucionario Institucional, el partido en el que militaron desde muy jóvenes.

              Su paso a Morena, fue desde que ese partido se constituyó. No son arribistas.

              Ocuparon diversos puestos en la administración pública estatal y municipal y fueron piezas importantes en el desarrollo exitoso de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador.

              Ambos tienen capacidad de convencimiento y siempre están dispuestos a dialogar. Ya han desempeñado puestos de elección popular con un buen desempeño y en puestos administrativos han destacado por su eficiencia.

              Son dos políticos poblanos a los que no hay que perder de vista.

               LOS PARTIDOS OPOSITORES AL ACTUAL gobierno federal y estatal, PRI, PAN y PRD, incluyendo a sus aliados que son todos los demás, andan negociando alianzas que en otros tiempos nos parecerían aberrantes como siempre se consideró así la alianza del PAN y del PRD, por sus respectivas ideologías: un partido conservador de derecha y un partido supuestamente progresista de izquierda.

            Ahora el PRI aliado con el PAN y de pilón el PRD, constituyen la prueba más clara y contundente de que están desesperados; han perdido sus respectivas ideologías políticas: liberal, conservadora derechista y supuestamente izquierdista; son partidos sin ideología clara y precisa. Sus militantes están cada vez más confundidos y sus dirigentes están cada día más perdidos, sencillamente no saben que hacer.

            El PRD casi lo ha perdido todo, pues su militancia en masa, se pasó a Morena; El PRI, que fue el partido mejor organizado del país en toda su historia, ahora solo cuenta con escombros de aquel ayer; fue un verdadero partido nacional que tuvo comités seccionales, municipales y estatales en todo México. El PAN solo tuvo presencia real en los estados del Bajío y en algunos del norte del país. En los estados del sur tuvo algunos cotos de poder, uno o dos municipios, pero nada más. En Puebla su presencia data de los años cincuenta, cuando ya tenía más de diez años de fundado y su crecimiento fue lento y muy limitado. Su triunfo en el 2010, se debió a que muchos priístas salieron del partido tricolor siguiendo a su líder Rafael Moreno Valle, que dentro del PAN conformó un partido interno que se llamó morenovallismo. Los panistas tradicionales, salieron corriendo del estado o simplemente permanecieron quietecitos durante los seis años del gobierno o renunciaron, como doña Ana Teresa Aranda, para pretender un regreso, pasada la tormenta, sin pena ni gloria y finalmente retirarse de la política; El PRD, con poquitos militantes fieles es solo una sombra de lo que algunos años fue. Esos son los partidos que tenemos y con esos bueyes hay que arar.