Jorge Marcelino Alejo
Desde la primera cuarentena en 2020, se alertó sobre el daño a la industria del turismo, por el despido de personal en la prestación de servicios.
En esta semana, en el servicio al comensal local, se informó del cierre de 22 salones de fiesta en Puebla, que mandó a la calle a 440 personas entre meseros, banqueteros, músicos, fotógrafos, animadores, floristas y demás. En 52 semanas sin trabajo, se perdieron 144 millones de pesos por cancelación eventos diversos.
Con su cierre, se prende un foco rojo más por el flagelo a la prestación de servicios. Simplemente cierran puertas y se van por falta de trabajo.
Pero el daño es mayor en la ocupación laboral, precisamente en la prestación de servicios. Se tienen registradas quejas de cientos de hoteles y restaurantes ubicados en las principales regiones turísticas de playa en el país, desde julio del año pasado. Desde luego, se incluyen ciudades como Puebla con turismo de negocios, cultural y arquitectónico.
Esos prestadores de servicios que pertenecen a cadenas mundiales de la industria turística, se lamentaron por cientos de cancelaciones de congresos y foros empresariales y profesionales.
Ya estamos a finales de febrero 2021, y las pérdidas en millones de dólares van en aumento, porque no se habla de nuevas fechas ni menos de contrataciones.
Está herida la ocupación laboral, en la prestación de servicios al turismo y al comensal local. Y es importante que no se soslayen sus distintas categorías de servicios en hospedaje, alimentos, transporte aéreo y terrestre; cruceros, proveedores y actividades recreativas, entre otras.
Si Gobiernos y empresarios logran dimensionar la falta de ingresos por falta de ocupación, en las miles de familias que viven de la prestación de servicios, será suficiente para que gran parte de la inversión pública y privada de este año, se oriente a la reactivación turística.
Si se invierte en ella, iría jalando en su recuperación a las demás actividades prestadoras de servicios.
Y eso, aun cuando surjan tendencias de que “volver a la normalidad, ya no es lo mismo de antes”, porque no alcanzamos a ver, qué ocupación inmediata se le daría a la infraestructura prestadora de servicios ya instalada, especialmente en hoteles, restaurantes, transporte y alimentos.
M E M O R A N D U M
INGRESOS
Claro que impactó el plan de reapertura de escuelas privadas, para el próximo lunes primero de marzo. El presidente de la Asociación Nacional de Escuelas Particulares de la República Mexicana –ANFE-ANEP- Alfredo Villar Jiménez, informó que los planteles reanudarán clases presenciales y se apresuró a señalar, que la disposición será voluntaria y con estrictas medidas sanitarias.
Más de 20 mil escuelas afiliadas –de 48 mil existentes- están en riesgo de cerrar como consecuencia de la crisis económica causada por la pandemia y quieren evitar el quiebre. Sobre la negativa del Gobierno Federal para reanudar clases, consideró que no puede haber multas; pues el Estado viola derechos de la sociedad en materia educativa.
Con esta presión de escuelas particulares, se tirantea más la relación entre gobiernos y representantes de actividades económicas. El mismo apremio de seguir trabajando para evitar truenes de empresas, se escucha de industria, comercio y prestadores de servicios.
El tono de desafío que se advierte, sin embargo, marcará una difícil decisión sea a favor o en contra.
Y todo por falta de ingresos.
DINERO
En donde si manarán recursos es en el proceso electoral del año. De ahí la recomendación del presidente AMLO a gobernadores, de que denuncien la entrega de dinero del crimen organizado, o de la delincuencia de cuello blanco, para el financiamiento de campañas políticas.
El encargo no está por demás.
joma61@hotmail.com
Jorge Marcelino Alejo
Desde la primera cuarentena en 2020, se alertó sobre el daño a la industria del turismo, por el despido de personal en la prestación de servicios.
En esta semana, en el servicio al comensal local, se informó del cierre de 22 salones de fiesta en Puebla, que mandó a la calle a 440 personas entre meseros, banqueteros, músicos, fotógrafos, animadores, floristas y demás. En 52 semanas sin trabajo, se perdieron 144 millones de pesos por cancelación eventos diversos.
Con su cierre, se prende un foco rojo más por el flagelo a la prestación de servicios. Simplemente cierran puertas y se van por falta de trabajo.
Pero el daño es mayor en la ocupación laboral, precisamente en la prestación de servicios. Se tienen registradas quejas de cientos de hoteles y restaurantes ubicados en las principales regiones turísticas de playa en el país, desde julio del año pasado. Desde luego, se incluyen ciudades como Puebla con turismo de negocios, cultural y arquitectónico.
Esos prestadores de servicios que pertenecen a cadenas mundiales de la industria turística, se lamentaron por cientos de cancelaciones de congresos y foros empresariales y profesionales.
Ya estamos a finales de febrero 2021, y las pérdidas en millones de dólares van en aumento, porque no se habla de nuevas fechas ni menos de contrataciones.
Está herida la ocupación laboral, en la prestación de servicios al turismo y al comensal local. Y es importante que no se soslayen sus distintas categorías de servicios en hospedaje, alimentos, transporte aéreo y terrestre; cruceros, proveedores y actividades recreativas, entre otras.
Si Gobiernos y empresarios logran dimensionar la falta de ingresos por falta de ocupación, en las miles de familias que viven de la prestación de servicios, será suficiente para que gran parte de la inversión pública y privada de este año, se oriente a la reactivación turística.
Si se invierte en ella, iría jalando en su recuperación a las demás actividades prestadoras de servicios.
Y eso, aun cuando surjan tendencias de que “volver a la normalidad, ya no es lo mismo de antes”, porque no alcanzamos a ver, qué ocupación inmediata se le daría a la infraestructura prestadora de servicios ya instalada, especialmente en hoteles, restaurantes, transporte y alimentos.
M E M O R A N D U M
INGRESOS
Claro que impactó el plan de reapertura de escuelas privadas, para el próximo lunes primero de marzo. El presidente de la Asociación Nacional de Escuelas Particulares de la República Mexicana –ANFE-ANEP- Alfredo Villar Jiménez, informó que los planteles reanudarán clases presenciales y se apresuró a señalar, que la disposición será voluntaria y con estrictas medidas sanitarias.
Más de 20 mil escuelas afiliadas –de 48 mil existentes- están en riesgo de cerrar como consecuencia de la crisis económica causada por la pandemia y quieren evitar el quiebre. Sobre la negativa del Gobierno Federal para reanudar clases, consideró que no puede haber multas; pues el Estado viola derechos de la sociedad en materia educativa.
Con esta presión de escuelas particulares, se tirantea más la relación entre gobiernos y representantes de actividades económicas. El mismo apremio de seguir trabajando para evitar truenes de empresas, se escucha de industria, comercio y prestadores de servicios.
El tono de desafío que se advierte, sin embargo, marcará una difícil decisión sea a favor o en contra.
Y todo por falta de ingresos.
DINERO
En donde si manarán recursos es en el proceso electoral del año. De ahí la recomendación del presidente AMLO a gobernadores, de que denuncien la entrega de dinero del crimen organizado, o de la delincuencia de cuello blanco, para el financiamiento de campañas políticas.
El encargo no está por demás.
joma61@hotmail.com
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