Martín Pérez Rojas (Mapero). Espérame en canas

 

MARTIN PÉREZ ROJAS (Mapero) es originario de Tehuacán, Puebla. Egresado de la “Ingeniería electrónica industrial”, por el ITA (Instituto Tecnológico de Apizaco). Desde hace 25 años labora en el sector de las telecomunicaciones, donde ha participado con ensayos y artículos en la revista del STRM (Sindicato de telefonistas de la República mexicana) y la revista “VOCES” de TELMEX. Actualmente, trabaja en su libro “FRAGMENTOS” bajo el seudónimo de Mapero.

 

Espérame en canas

Espérame con bata y café, con dulces notas que marquen tu belleza y no el ego.

Toma la prenda adecuada y, con magia, dale el toque esperado por límites no mostrados.

Por mis anhelos mutilados…

¡Anda!

Ve y brilla, deja atrás tus prejuicios por las canas o lo que llaman arrugas, que en realidad son huellas vividas.

Deja atrás los estereotipos de la gente que pretende una talla menos o una copa más en ropa de silicones.

Esa gente es hueca, como huecas son sus pretensiones.

¡Anda!

Espérame en canas y no en tinte.

Es mejor entregar suspiros y no retener las bajas pasiones.

Si vienes y me recibes en canas se confirma que eres fiel a lo que enamora.

Enloquéceme…

Mira hacia dentro y no hacia fuera,

esa parte me enamora, es mejor buscar medias y zapatillas que enfriar la cena.

Mis canas y arrugas son matices que por el gusto en la vida han dejado la huella del trabajo o el desvelo.

La enfermedad o la soledad las curas con tus manos y mis besos en tu vientre hacen magia inesperada.

¡Anda!

Ve y viste como la luna, esa luna que no tiene edad y tú tendrás eternidad si me esperas en canas.

En la soledad, tú

 

En la soledad llegas…

arrebatas dolor y llanto,

liberas mis presiones y abres la jaula de pasiones.

 

Llegas hasta el rincón más oscuro y llevas luz con la esperanza que mañana será mejor si hoy no fue nada.

En la soledad yo y del otro lado de la mesa tu mirada.

Momentos previos tus manos calientan mi cuerpo adolorido; lo sanan sin mediar palabra.

Calientas mi alma antes de ir bajo las sábanas e iniciar la hoguera y la batalla.

 

Me buscas…

Me llamas y mi nombre eres tú y tu nombre a la sombra de la noche soy yo.

En la soledad tú y en mis dolores yo.

La vida se va y en mis lágrimas dolientes queda grabado tu nombre dando vida al silencio y apellido al futuro.

 

Llegas…

Tu cuerpo junto al mío se funde en uno solo, no hay pretexto, no existe el tiempo.

Los suspiros no se hacen esperar, en mi cuerpo tú y en tu cuerpo yo, así es como quiero morir, así es como quiero descansar.

 

Será hasta mañana cuando el sol sea testigo de nuestra llamarada.

Tú eres primavera y yo soy otoño, pero la cuesta a nuestros años nos dará la fuerza para encender la llama, para caminar juntos como siempre lo esperaba…