Martha Elba Castelán Cuspinera. No te culpes

Martha Elba Castelán Cuspinera. No hay temas imposibles para Martha Elba. Con habilidad y espontánea sencillez, refleja en sus textos la vida y los misterios del ser humano que la habita. Complementando los conocimientos obtenidos en el Taller de Escritura Creativa, dirigido por Miguel Barroso Hernández, en Veracruz; Martha cursó el Taller Medusas adentrándose en los pormenores de la literatura desde la mirada femenina. Reflexiones, para la mujer contemporánea; con mujeres, como protagonistas o villanas: podemos encontrar en su obra.

 

No te culpes

 

Martín, acaba de enviudar. Tiene 82 años. No tarda en llegar la hija, para llevarlo a una revisión médica.

-Papá, apúrate que vamos tarde –dice María, desde la puerta, torciendo los ojos.

-Paciencia hija, recuerda que los viejos somos lentos.

Llegan al consultorio y, mientras esperan, Martín saca sus espejuelos, toma una revista y trata de perder el tiempo. María saca su celular y empieza a checar sus correos molesta, evidentemente.

Finalmente, la recepcionista los anuncia y entran al consultorio. El médico les pide una disculpa, por la demora.

-No se preocupe doctor, traigo a mi padre porque dice tener algo de tos, dolor de cabeza, cansancio y diarrea. Estoy segura que trata de llamar mi atención y quiere verme preocupada –recalca y cruza los brazos.

Luego de una revisión meticulosa, el galeno pide al anciano que espere en recepción.

-Le entregaré las recetas a su hija.

“Este doctor siempre me dice lo que tengo” –piensa Martín, sospechando que algo anda mal.

-María, te tengo una mala noticia. Tu papá tiene covid y, por su edad, es un paciente de alto riesgo. No necesita hospitalización, pero debe estar aislado y alguien necesita vigilar su evolución.

Ya en casa, totalmente alterada, María le explica al padre que no puede salir de su cuarto y que una persona se encargará de atenderlo.

Pasan varios días y la salud del anciano empeora. Se le iluminan los ojos imaginando que pronto se encontrará nuevamente con su esposa.

¡Así será! Pronto lo internarán y perderá la batalla sin un abrazo, un beso, con cierta tristeza en el corazón…

Al recoger el cuerpo de su padre, María parecerá deshecha por dentro, aunque no sabremos por qué.