Martha Elba Castelán Cuspinera. Desde el Taller de Escritura Creativa Miró, dirigido por Miguel Barroso Hernández, en Veracruz; Martha Elba Castelán Cuspinera escribe fragmentos de una historia que, por instantes, la toca muy de cerca. De manera sencilla, pero certera, habla del amor, de la familia y de tristezas que a la larga se transforman en felicidad.
Con la pasión de quienes, a través de la literatura, abrazan al mundo; Martha nos invita a reflexionar. El crecimiento de esas mujeres que han tomado las riendas de su vida, está presente en cada uno de sus textos.
La mirada del colibrí IX
Existen momentos maravillosos, que se podrían escribir con letras de oro; instantes de paz y armonía, donde parece que flotamos en un mar de nubes blancas. Pero hay días de tempestad, impotencia y locura, cubiertos de gris.
Forzosamente, he aprendido que la felicidad depende de mí: ¡solamente de mí! Que la vida es como una obra de teatro en la que puedes representar innumerables personajes: ser la víctima, el verdugo, mentirosa, inmune, hipócrita, malhumorada, invisible, simpática, negativa, tolerante… En ocasiones, ayuda usar máscaras, de acuerdo al momento o persona a la que te enfrentes.
Yo sólo pude ser transparente -como me describiría una amiga: “sin filtros”.
Dibujé una vida tratando de dar gusto a los demás. Rara vez decía “no” a alguien. Aceptaba todo tipo de circunstancias con tal de no discutir, aun sintiendo la resistencia en mi cuerpo o en mi mente.
Hoy, por fin, puedo sentirme protagonista y plena. Como la gran artista, en su escenario, me alimento no sólo de la ovación de mi público… He aprendido a disfrutar más de los aplausos que, de pie, le doy a Ericka reconociéndole fortalezas, el poder con que viste sus decisiones, pero sobre todo el gran amor que se profesa día a día.
CONTINUARÁ