Por Mino D’Blanc
La reconocida y experimentada actriz Magda Karina platica de su personaje Clemencia en la exitosa telenovela “Perdona nuestros pecados”, producción de Lucero Suárez.
Agradecemos las finas atenciones de la licenciada Rocío Rangel, de Televisa, para la realización de esta entrevista.
MD’B: Le diste vida a un personaje bastante real en “Perdona nuestros pecados”.
MK: Interpreté a Clemencia, un personaje maravilloso que tendía a ser villana pero ni tan azúcar, ni tan sal, ni tan picante. Era una persona humana como todos , que a todos nos salen nuestros demonios en algún momento y Clemencia se fortaleció mucho al ser dueña de una hacienda, entonces tomó su papel con mucha fuerza, entonces era una mujer determinante, era una mujer que iba para adelante, una mujer con una fuerza en el carácter. Un personaje muy real, como tú lo mencionas y estoy muy contenta y muy agradecida con Dios, con Lucero Suárez, por darme la oportunidad de interpretar a esta Clemencia.
MD’B: Clemencia era convenenciera en muchas cosas y al final de su vida reconoció los males que pudo haber hecho y le dice a Nora que no era su hija, realmente.
KA: Sí, fue una mujer que vio por el lado de lo que le estaban dando, de que la apoyaban, de que la mantenían, de que tenía su hacienda, de que la tenían que mantener y finalmente ella tiene que hacer como dicen por ahí “el que paga, manda” (ríe), entonces ella debía estar con Armando Quiroga porque es quien la apoyaba y tenía que estar en todo lo que él quería, que la necesitaba.
MD’B: ¿Crees que haya tenido Clemencia, clemencia por ella misma o por alguien, tomando en cuenta lo que hacía el personaje, porque ese nombre era contradictorio a lo que hacía ella?
KA: Es correcto. Con las escenas finales que tuvo, cuando le dijo a Andrés la verdad sobre su hija que está viva, que no había nadie en la tumba, que ella puso paja en la tumba de esa chiquita y le dijo a Andrés en dónde estaba ella; también cuando le comentó antes de morir a Nora que ella no era su hija, ahí tuvo un poco de compasión y de clemencia por ellos y les tuvo que decir esas cosas muy fuertes. Entonces la verdad, Clemencia tuvo al final clemencia por ella misma, porque no quería irse al infierno, sino al contrario, redimir un poquito lo que hizo.
MD’B: ¿Qué le aprendiste a Clemencia?
MK: La verdad es que me ha regalado una gran fortaleza, un echarle para adelante en mi manera de actuar, me ha movido de esa zona de confort que de repente tenía dormida y hay que sacarla y echarla para adelante sin miedo, porque hice este personaje. Clemencia me regala de entrada una manera de moverme como actriz en el que sin duda alguna me ayudó muchísimo a recordar que tengo otras emociones que regalar.
MD’B: ¿Qué llevó de Magda Karina el personaje de Clemencia y qué no llevó?
MK: No llevó nada (ríe); lleva mi vida porque yo se la presté, le presté mis emociones, mis sentimientos, la voz, la forma de moverse, pero sin duda alguna somos completamente diferentes. No tenemos nada que ver ninguna con la otra y ese es el reto personal. Y el reto personal también fue que el público odiara a Clemencia porque es un personaje que se tiene que odiar por todas las cosas que hizo, cómo lastimó y se reflejó sin duda en muchas personas que son así.
MD’B: ¿Te gusta que la gente odie a tus personajes?
MK: Me encanta (ríe). Estaba leyendo en un tiktok que me decían “es que a Clemencia la odio por todo lo que ha hecho” y finalmente con ello estoy cumpliendo con mi objetivo como actriz. Mi reto real con estos personajes es que hasta traspase la pantalla y en verdad crean que soy muy mala, porque Clemencia es mala.
MD’B: Ese odio que la gente le tiene a los personajes le provoca más cariño y más admiración de la gente a la actriz.
MK: Exactamente. Yo tengo una gran bendición en que la gente me quiere, la gente me apapacha, me ayuda, tiene mucho cariño por mí y la gente con la que me encuentro me dicen “es que lo haces increíble; odio a Clemencia, no a Magda Karina”, entonces es increíble que yo pueda estar causando tanto odio y amor en alguien y eso es de verdad de gratitud absoluta.
MD’B: ¿Qué más viene en este año en tu vida?
MK: Amo mi profesión, amo trabajar y espero de corazón que me salga otro proyecto tan hermoso, tan fuerte como este personaje y hacer lo que más me gusta hacer que es esto de trabajar, de interpretar, lo que es mi vocación verdadera. Entonces yo espero en Dios que vengan cosas muy bonitas a mi vida, todo el tiempo lo decreto, porque yo sé que lo que viene de Dios es a sus tiempos.
MD’B: ¿Si te viera tu abuelita Magda Guzmán en este momento o tu papá, don Carlos Ancira, qué crees que te dirían ellos, tomando en cuenta sus excelsas trayectorias y el excelso legado artístico que dejaron al espectáculo?
MK: Eran tan diferentes. Mi papá me diría “sigue trabajando en ti, no te la creas porque nada es cierto y prepárate para que puedas seguir regalándole a la gente estas historias y personajes que tanto les gustan; sigue regalándote esculcar hasta adentro las emociones, cambia tu actitud para el personaje y muévete de la zona de confort” y mi abuela me diría “mi vida, vas extraordinariamente bien, disfrútalo y pásatela increíble” (ríe).
MD’B: Si te ofrecieran hacer “Diario de un loco”, el monólogo que durante tanto tiempo representó don Carlos Ancira, pero tú como mujer, ¿lo harías?
MK: Pues claro que sí. Todo el mundo queremos ir escalando, queremos ir creciendo, queremos ir teniendo retos. En mi caso, para mí sería un reto maravilloso, creo que haría algo diferente a lo que él hizo; no sería “Diario de un loco”, obviamente, pero tendría que ser algo muy fuerte en el que yo pudiera enseñar que yo también puedo llegar a ser una gran actriz en monólogo. No haría “Diario de un loco” porque siempre existen las comparaciones; a mí me pasó mucho con “La duda”, la obra de teatro que hice con mi abuela y que yo hice la hija y ella hizo la mamá y ahora que yo hice la mamá, pues sí, finalmente surgieron las comparaciones entre mi abuela y yo, sí surgió eso de “nada como la abuela”, entonces fue un reto muy fuerte. Me animaría a hacer un monólogo, pero no creo que fuera “Diario de un loco”.
MD’B: ¿Por qué el público tiene que ver “Perdona nuestros pecados”?
MK: Porque es una historia maravillosa, adaptada perfectamente por Lucero Suárez y Jimena Merodio. Es una historia con grandes personajes, con grandes actores, muy bien contada, muy bien llevada y que sin duda alguna tendrá al público al filo del asiento. Entonces no se pierdan “Perdona nuestros pecados” porque es una historia muy diferente a todo lo que hemos estado acostumbrados a ver y que todos sin duda alguna apostamos por este proyecto tan maravilloso. Por favor, de verdad, no se pierdan “Perdona nuestros pecados” a las 6:30 de la tarde de lunes a viernes por el Canal de las Estrellas porque les va a dejar cosas de angustia, de terror y de verdad es increíble cómo los actores apostamos por este proyecto.