Por Mino D’Blanc
Luis Orozco da vida a Matías en “Mi querida herencia”, teleserie en formato SITCOM (comedia de situación), producida por el experimentado Elías Solorio y protagonizada por Paul Stanley y Roxana Castellanos. Comenzó trasmisiones de su segunda temporada el pasado lunes 12 de octubre después del noticiero de Denise Maerker, en la barra de comedia “Noche de Buenas” por “las estrellas”.
En esta nueva temporada, Carlos (Paul Stanley) y Deyanira Rubí (Roxana Castellanos) siguen aparentando que se aman y mantienen una relación sólida, principalmente ante Diego Ruiz (Agustín Arana), el primo de Carlos, que ahora busca divorciarlos y quedarse con el dinero, al lado de su fiel e inocente escudero Matías (Luis Orozco).
Platicamos con Luis Orozco gracias a las finas atenciones de la licenciada Rocío Rangelde Televisa.
MD’B: Todo un suceso ha sido tu personaje Matías en “Mi querida herencia”, Un fiel escudero que nos rememora en la actualidad a Don Quijote de la Mancha y a Sancho Panza.
LO: Claro que sí; además el físico que parecemos a Don Quijote y a Sancho, Agustín Arana y yo y sí ha tenido muy buena aceptación Matías porque es como tierno, y como tú mencionas, fiel a más no poder. No entiende nunca qué está pasando, pero él quiere agradar a su jefecito, entonces lo ayuda en todo sin saber que lo que traba el jefe es tumbarles el teatrito de la boda falsa.
MD’B: ¿Qué le aprendes a Matías?
LO: Que es incondicional. Que es amigo de Diego, su jefe, desde jóvenes. En algún capítulo se ve un poco de la juventud de ellos y entonces son amigos desde siempre. Desde chavos ya le decía jefe desde que iban en el mismo salón, ni le pagaba, ni nada, pero él ya le decía jefe. Entonces es incondicional y eso es de valorarse. Las amistades pase lo que pase, seguir juntos; eso me parece muy padre.
MD’B: ¿Qué cosas de Luis Orozco tiene Matías y qué cosas no tiene?
LO: En que también soy bastante leal, soy buen amigo y a veces también siento que rallo, de pronto que caigo en lo tonto; en que dices me pasé, yo por querer ayudar y resulta que la gente se aprovecha de uno; en eso siento que tengo que ver con Matías un poco.
MD’B: ¿Qué tanta diferencia hay entre esta segunda temporada y la primera de “Mi querida herencia?
LO: En esta temporada vamos a ver muchas sorpresas de Matías y de todos los demás, porque hay nuevos villanos, hay nuevas situaciones, entonces está recargada de risa esta nueva temporada. Elías Solorio es un productor que ya se las sabe; lleva con el programa “Vecinos” ya 15 años, entonces ya sabe cómo hacerlo, ya tiene una fórmula y aquí en “Mi querida herencia” están practicando todos esos conocimientos y esa experiencia. Hay una nueva villana que se integra, que fue novia de Charly; se llama Pamela y la hace Eva Cedeño y ella también va a traer más discordia, porque ella no quiere la herencia, ella lo que quiere es a Charly, se quiere quedar con él. Entonces ella queriendo al galán y Diego queriendo el dinero y yo hay para ayudarlos o para entorpecerlos, porque yo nomás meto la pata y entorpezco. También se integra ya de fijo Edgar Vivar; en la primera temporada tuvo algunas apariciones y ahora ya tiene muchas más en esta temporada. Hay varios artistas invitados. Tiene cosas muy divertidas y tiene ese toquecito de picardía que los adultos entienden y los niños no, entonces todos se van a divertir y los papás no deben estar preocupados de que no vaya a haber algo impropio o escuchar algo, pero al mismo tiempo ellos se están riendo con este toquecito de picardía; entonces eso me parece muy acertado.
MD’B: Ya tienes una trayectoria bastante consolidada. ¿Qué has aprendido de la comedia en todo este proceso que llevas y cuál es el sello que te diferencia de los demás comediantes?
LO: He aprendido muchísimo de todo y de los grandes; he trabajado durante todo este tiempo con Derbez, con “el Flaco” Ibañez, con los Mascabrothers, con muchos más que les vas aprendiendo por ser los grandes actores y he ido haciendo mi propio estilo. Me queda muy claro durante todos estos años que es lo que más me gusta hacer, que me divierto muchísimo, de actuar, de jugar; realmente yo voy a eso, a jugar, a divertirme. Hoy puedo ser un astronauta, mañana soy un héroe, pasado mañana un doctor, luego una señora, entonces es maravilloso poder jugar a darle vida a diferentes personajes. He aprendido también que la comedia es algo muy en serio. No es ser muy chistoso en las fiestas y pararse a hacer comedia; es mucho más complejo que eso y hay que tomar muy en serio lo que le está pasando al personaje. Lo que provoca la risa es la situación, la forma en que responde o se comporta el personaje. No sé si tengo algo de diferente a los demás, lo que sí sé es que lo hago con toda la pasión del mundo y eso es algo de lo que me comentan los jefes, los que me contratan, que me entrego, que me caso con los proyectos y lo hago de todo corazón y se nota. Casi siempre estoy de principio a fin en un proyecto; es raro en el que me salgo a la mitad. Casi nunca me ha sucedido eso. Entonces soy muy comprometido, entregado y apasionado de la actuación.
MD’B: ¿Por qué el público tiene que ver esta segunda temporada de “Mi querida herencia”?
LO: La tienen que ver porque es un apapacho para la mente, para el cuerpo, para el corazón en estos tiempos en los que hay tanta enfermedad, violencias y tantas cosas malas, que provocan dolores de cabeza. Entonces es muy reconfortante irte a dormir con una sonrisa, con algo de buen humor. Estamos después del noticiero; en él te enteras de tantas barbaridades que hay, que casi no hay buenas noticias y entonces no te vas a dormir con esas noticias como lo último que percibiste en el día. Al ver “Mi querida herencia” descartas eso y se van a divertir, se van a reír, se van a ir muy tranquilos a la cama y van a amanecer de buen humor y no con tragedias. Si veo yo noticas trágicas, tengo pesadillas y no descanso. Entonces para personas como yo y para todo el público está de lujo que lo último que veas en la noche sea algo divertido, sin muchas pretensiones y amable.