-La democracia implica institución, estado de derecho y una ciudadanía robusta; y esta tarea comienza desde las familias; los medios de comunicación con su responsabilidad social y la defensa por la verdad; y las universidades, en la formación de ciudadanos críticos, participativos y comprometidos con el bien común de la sociedad.
Actualmente, la democracia está en crisis no sólo en México, sino en varios países del mundo, no es una idea, no es un sentimiento, es una realidad que se está viviendo en estos momentos. “Si se toma en cuenta que el número de países que mejoran su calificación democrática, es menor con respecto a aquellos países que empeoran en su calificación democrática y se está hablando que son alrededor de 15 años con esta tendencia crítica”.
La democracia dentro de una sociedad no funciona con líderes carismáticos, funciona con la presencia y participación de las instituciones y de los ciudadanos, subrayó Juan Pablo Aranda Vargas, investigador de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno de la UPAEP.
Enfatizó que la política debe volver a ser el arte de administrar bienes comunes; es una disciplina, es un arte, y es aprender a organizar lo que tenemos todos en común; porque todos tenemos la esperanza de contar con un país verdaderamente libre en las siguientes décadas y de ello, todos somos corresponsables, ciudadanos, medios de comunicación y los gobierno con buenos políticos, para hacerlo realidad.
Dijo que la democracia necesita de una ciudadanía participativa, activa, cívicamente responsable para promover el bien común entre las personas; y en estos momentos nos encontramos con una sociedad que participa de manera mediada, es decir, el pueblo nunca está presente en la toma de decisiones, lo que está haciendo es participar en asociaciones, votando, a través del congreso, criticando y exigiendo; pero, en una democracia, el pueblo debe estar participando directamente, exigiendo rendición de cuentas, supervisando y exigiendo que los gobiernos trabajen a favor de los ciudadanos.
Señaló que hoy en día lo que podemos observar y de acuerdo a un señalamiento que hizo tiempo atrás el Papa Francisco, en una conferencia, en donde expresaba que los nuevos populismos manifiestan que todo es para el pueblo, pero sin el pueblo.
Manifestó que los seres humanos somos más complejos de lo que pensamos y en estos momentos, lo que tenemos que hacer es cómo aprender a trabajar a través del fomento de la ciudadanía, en donde implica asumir compromisos y responsabilidades con la ciudad de la que se forma parte, y que vayan encaminadas al fomento del bienestar social en su conjunto.
Advirtió que la soberanía se ejerce a través de las instituciones, a través de la defensa de las instituciones. Y una preocupación que estamos viendo hoy en día en el caso de México, “es el ataque furioso a las instituciones que esta administración está dando, contra el INE, contra el INAI, con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual no se salva, por lo que se tiene que cambiar ese punto de vista, desde el poder ejecutivo hacia abajo y de la población hacia arriba, y reconocer que todos somos mexicanos y que todos estamos metidos en este barco que está pasando por un mal momento”.
Aranda Vargas expresó que uno de los grandes impedimentos para dar paso al concepto de ciudadanía, es la apatía, porque tampoco se puede culpar de todo al gobierno, ya que “el gobierno no tiene una varita mágica para resolver los problemas. El gobierno hace su parte, la cual tiene límites y en ese sentido, los ciudadanos tienen su trabajo que hacer”, el cual es importante para que la sociedad alcance sus objetivos en común.
Según Latinobarómetro, en una encuesta que se hace desde el país de Chile para toda América Latina, señala que es una de las regiones con menor apoyo a la democracia y en el caso de México, aparece como una de las naciones en donde el fomento de la democracia está peor.
Acotó que las universidades tienen el compromiso de educar el juicio de las personas, a promover la ciudadanía, a formar gente crítica, no sólo a formar profesionistas sino acercarse a las personas y señalarles que tienen que ser empáticos, tienen que sentir algo y sentirse inconformes cuando ven la miseria, la inmundicia, la opresión, la pobreza, los problemas sociales que van en contra del bien común de las personas.
Dijo que se debe contar con una ciudadanía crítica, informada y un obstáculo que está presente en estos momentos, es la cultura de la posverdad, en donde hoy en día las fake news se han convertido en una manera para gobernar, que, al llenar de tanto ruido informativo a la población, ésta no sabe ya en qué pensar.
Subrayó que se debe fomentar la promoción de una cultura de la verdad, en donde la gente tenga confianza entre los mismos ciudadanos para poder avanzar como sociedad y terminar con esos principios básicos que hoy en día permean en la sociedad, como son la corrupción, la impunidad, si no se transa, no se avanza y otros problemas que nos están aquejando como comunidad.
Por último, reiteró que la democracia implica institución, estado de derecho y una ciudadanía robusta; tarea que comienza desde las familias; los medios de comunicación con su responsabilidad social y la defensa por la verdad; y las universidades, en la formación de ciudadanos críticos, participativos y comprometidos con el bien común de la sociedad.