Victor de Regil
Como sucede cada año, la cuesta de enero se adelanta, pues el precio de varios productos ha comenzado a elevarse y se prevé golpe económico en el 2023, lo que afectará a los bolsillos de millones de familias mexicanas.
Las presiones inflacionarias no terminan y algunos productos han comenzado a subir de precio, adelantándose a la llamada «cuesta de enero», que se prevé más complicada al arranque de 2023 en un entorno de visiones pesimistas sobre la economía mexicana.
Las pequeñas tiendas han empezado a reportar que grandes marcas de consumo siguen notificando el aumento de precios. Apenas iniciando el año, las cervezas de Grupo Modelo tuvieron un incremento de un peso en sus presentaciones más populares, de acuerdo con la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
El organismo también informó que cajetillas de 20 cigarros desde el pasado 19 de diciembre tienen un aumento de cinco pesos.
Cabe recordar que en mayo pasado, como parte del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), la firma se comprometió a no subir en un periodo de 6 meses el precio del pan blanco,como parte del el cual a partir de la próxima semana subirá su precio, en su presentación chica, de 34 a 36 pesos, y en la grande, de 42 a 45 pesos.
Así, otros productos populares de Bimbo como las donas azucaradas tendrán un precio de 21 pesos, mantecadas 28, pesos, Medias Noches 43 pesos y Bimbollos 48 pesos, de acuerdo con la lista difundida entre las tiendas del país.
Las presiones en el precio del pan, obedecen a la tendencia alcista que se presenta en todos los insumos ante la elevada inflación global, que sigue presionando la canasta básica de los consumidores.
La presión inflacionaria no perdona y no ha perdonado a la industria de la panificación. Así como el pueblo mexicano es proclive al consumo del maíz y nos iguala a todos el consumo de la tortilla, cuyo precio ha llegado hasta 29 pesos en algunos estados. Lo que indudablemente también resulta popular es el consumo del bolillo y la telera antes que el del pan de caja, pues bien el precio de estos productos también ha aumentado al inicio de año, pasando de un promedio nacional de 1.70 a 2.50, el incremento es de prácticamente 1 peso por bolillo/telera, alimento tan demandado por los mexicanos.
Pero esas no son las únicas malas noticias, pues el precio de los combustibles sufrirá un aumento en este año debido a un incremento en el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios que comenzó a estar vigente a partir del primero de enero de este 2023 de acuerdo a las actualizaciones de las cuotas que se cobrarán a los combustibles emitidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
El gravamen por litro de gasolina Magna pasó de 5.4917 a 5.9195 pesos, lo que representa un alza de 7.8 por ciento.
En lo que respecta a la gasolina Premium, creció de 4.6375 a 4.9887 pesos por litro: 7.6 por ciento más mientras que en el caso del diésel, subió de 4.6375 a 6.5055 pesos por litro desde el primer día de 2023.
Recordemos que durante al año pasado, el gobierno federal aplicó una política de subsidio a las gasolinas mediante el IEPS que en la mayor parte del año fue del cien por ciento, es decir, no se cobraba este impuesto a los consumidores, sin embargo, según el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía que permitió este subsidio, estos estímulos se podrán aplicar hasta el mes de febrero de este año.
Esto significa que, si no hay un nuevo pacto o acuerdo que permita continuar con los estímulos fiscales a los combustibles como se dieron en 2022, estos se verán incrementados con el IEPS que ahora trae un alza.
El IEPS grava aquellas actividades o productos que puedan resultar nocivos para la salud o el medio ambiente, por lo que se espera que otros productos también sufran alza en su precio como los cigarros y las bebidas carbonatadas.